El día que Bruno Sundov puso a LeBron James en su sitio

 

 

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TRADUCCIÓN VIA BASQUETPLUS

Rebuscando por las redes he encontrado noticias sobre Bruno Sundov, pívot de 2.21 que jugó en el Lucentum las temporadas 2005-06 y 2006-07 y cuyo paso por el equipo alicantino fue bastante gris. Tras su paso por Alicante tuvo una trayectoria de trotamundos hasta su retirada en 2018.

En una reciente entrevista en un programa de podcast, relataba una curiosa anécdota de cuando coincidió en Cleveland Cavaliers en 2003 con un LeBron James que llegaba como rookie:

LeBron James siempre fue diferente. ESPN transmitió sus juegos de la escuela secundaria y él fue el próximo Michael Jordan desde que tenía 15 años. En el momento en que fue elegido por Cleveland se volvió una estrella con su propio derecho. LeBron estaba en un estandar diferente al resto de los jugadores en los Cavaliers. Ser LeBron significaba que todo el mundo iba a tratarlo como una superestrella, con esa atención preferencial que tienen los mejores de la liga. Menos una persona, llamada Bruno Sundov.

 

 

 

Sundov era un jugador de rotación. Después de temporadas con los Mavericks, Pacers y Boston, se encontró en Cleveland en 2003. Todos estaban entusiasmados con LeBron, pero según Sundov, esa emoción se convirtió en miedo. La forma en que todos se movían alrededor de LeBron fue "algo alocada" según el croata.

 

“Cuando aparece LeBron, todos estaban como intimidados por él. Era el nuevo Jordan, tenía un contrato con Nike... Y por ese miedo nadie quería hablar con él y caerle mal. Era apenas un chico de 18 años, no era justo para él", Compartió Sundov en el Podcast Inkubator. Así que decidió romper el hielo tratando a LeBron como cualquier otro jugador.

 

 

 

Zydrunas Ilgauskas estaba sentado junto a Sundov luego de una práctica. Al lado del croata, se sentaba James. En ese momento, Sundov mandó a LeBron a "conseguirme un café y unos donuts" como su tarea de novato. Ilgauskas, algo intimidado por James, le dijo que iba a ser traspasado por tratarlo así. Pero al jugador croata no le preocupaba eso. Fue solo para hacer que LeBron se sintiera como uno más del grupo. 

 

Lo que sucedió después demostró que a pesar de toda la atención y el trato, LeBron no olvidó su lugar. ”Dijo 'Sí, no hay problema'. y todo el vestuario estaba en shock. Supuse que me iba a rechazar y en realidad me preguntó qué tipo de café quería. Le dije a Ilgauskas 'De ninguna manera lo hace'. A la mañana siguiente fui al vestuario: donuts y café, todo allí” cerró el veterano, destacando la humildad de LeBron y que, a pesar de su status de estrella desde que era menor de edad, siempre se mantuvo con el ego bajo y buscando tener una buena relación en el equipo.