Miércoles 11 de julio. 13:00. A esa hora esta prevista la reunión del Consejo de Administración del Lucentum. Sobre la mesa estará el futuro de la entidad. Dos caminos a tomar. Vida o muerte.
El camino de la supervivencia pasa porque el máximo accionista (Ayuntamiento de Alicante) ponga sobre la mesa un acuerdo con alguna empresa o institución para obtener ya los 700.000 euros necesarios para cerrar el ejercicio. Este es el camino que nos puede llevar hacia el futuro.
La otra opción que estará en la mesa es la oferta de compra de los derechos ACB por parte del CB Canarias a cambio de 2.6 millones de euros que servirían para reducir un tercio de la deuda y que llevarían a la entidad a la disolución ante la inviabilidad de abordar un futuro en Adecco Oro sin expectativas deportivas.
Silencio. Eso es lo que tenemos desde hace casi dos meses. Nada apunta al milagro y cuesta mantener la esperanza. Para lo bueno y para lo malo el Ayuntamiento es el dueño del club y es el que tiene que tomar la decisión sobre su futuro. Tendrán que valorar la solución más interesante y menos costosa para las arcas del Ayuntamiento. Estamos en sus manos. Es tiempo de seguir apurando las opciones. Ya llegarán los tiempos de pedir responsabilidades y de buscar culpables si todo acaba mal.
24 horas en las que se seguirá leyendo ese último grito de #VamosLucentum. Esperando que a la salida de esa reunión alguien haga declaraciones diciendo cómo se resuelve la situación. Lo único bueno de todo es que, para bien o para mal, va a terminar esta larga y triste agonía que estamos viviendo.
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