HLA Alicante 2019-20: Cambio de chip

Foto: Jose Fco. Martínez

El HLA Alicante afronta esta temporada el regreso a LEB Oro con la humildad de marcarse como único objetivo la permanencia. Viendo el nivel de la competición, los presupuestos y las plantillas que están configurando nuestros rivales, parece que la lucha del equipo va a ser, a priori, la de intentar conseguir una permanencia sin excesivos sufrimientos. No es fácil la misión en una liga tan competitiva como es la LEB Oro.

Esa permanencia se sitúa, viendo los datos de las últimas temporadas, en las 12 victorias. Esa es la cifra que el equipo se marca como objetivo. Conseguir 12 victorias también implica que el equipo perdería 22 partidos. Hablamos de un 35% de victorias aproximadamente. La última vez que el Lucentum acabó una temporada con un porcentaje similar fue la 2010-11 en ACB, donde el equipo solo logró 9 triunfos en 34 partidos (27%).

Venimos de firmar el mejor porcentaje de victorias de nuestra historia en una liga profesional (83%) y de casi una década de temporadas donde la victoria era más habitual que la derrota. Temporadas donde los objetivos eran ascensos y playoffs. 

Toca cambio de chip y es importante que todos lo asumamos y sepamos disfrutar también de los partidos que se nos escaparán. Tenemos que acostumbrarnos a sufrir y a valorar cada partido y cada triunfo como si de una final se tratara. 

Los que llevamos mucho tiempo siguiendo al Lucentum recordamos aquellos años ACB en los que antes de empezar la temporada echábamos las cuentas de las victorias que hacían falta para la permanencia (11-12) y vivíamos la temporada como una carrera hacia ese objetivo. Partidos donde sabíamos que las victorias eran casi imposibles, pero donde se valoraba la actitud y la entrega del equipo. Partidos donde nos jugábamos la vida ante rivales directos. Otra forma de enfocar una temporada y otra forma de disfrutarla.

Esta temporada vamos a encontrar rivales muy superiores, donde la probabilidad de derrota será muy alta, algo a lo que hace años que no estamos acostumbrados. En esos partidos también tendremos que valorar la actitud, el trabajo y la evolución del equipo. Tendremos que aprender a no ponernos más nerviosos de la cuenta si perdemos 2, 3 o 4 partidos seguidos en algún momento de la temporada. 

Convertir el Pedro Ferrándiz en una olla presión será clave, porque siempre será más fácil sorprender a un favorito en nuestra casa y con un ambiente que presione realmente y lleve en volandas al equipo. 

La temporada empezará el 29 de septiembre ante Real Canoe. Un primer partido que ya podemos tildar de final, porque va a ser uno de los rivales directos con los que nos jugaremos la permanencia. Así que vayamos reservando la voz para que ese día el pabellón sea un jugador más y para que podamos sumar la primera victoria que restar de ese número de 12 victorias que tendremos como primer objetivo.