La opinión de Juan Llaneza

Entrevista en Diario La Verdad

Directo, sobrio, elegante en el discurso y sin vendas en los ojos. Juan Llaneza huye del alarmismo porque, según el director deportivo del Lucentum, «sólo se ha perdido uno de los partidos que no estaban marcados en el guión previsto».

La derrota de Bruesa hizo daño y eso se notó en Zaragoza. Los problemas están localizados y, por suerte, parecen tener remedio sin necesidad de acudir a ningún médico milagrero.

- ¿Hay explicación para lo que sucedió en el Príncipe Felipe?

- No competimos bien, ya desde el primer cuarto. Las nueve pérdidas sólo en ese periodo y las 18 totales al final explican lo mal que comenzamos y la desconfianza que eso nos generó. El de Zaragoza es un partido de difícil análisis porque no refleja nada de lo que había demostrado el equipo hasta esa jornada. Aún así, con muy pocas cosas bien hechas, tuvimos nuestras opciones en el tercer cuarto.

- ¿Tres derrotas a estas alturas son más de la cuenta?

- No hemos sabido cerrar dos partidos importantes, el de Lleida y el del Bruesa en casa, y es en corregir eso es en lo que nos tenemos que centrar para mejorar. Lo del CAI hay que entenderlo como un hecho aislado, como un mal partido en una temporada que es muy larga.

- ¿El CAI sí que se mostró como un aspirante serio al ascenso?

- Ellos ya habían perdido en su cancha frente a Breogán y eso les hizo salir muy motivados y con toda la energía que a nosotros nos faltó en muchos tramos del partido y que acabamos pagando.

- Recomendó el fichaje de Andriuskevicius pese a que el juego interior parecía cerrado, ¿tenía miedo a que sucediera algo así?

- No creemos que el equipo tenga una debilidad en el juego interior. Es cierto que (Bernard) Hopkins y (Darren) Phillip nos hicieron mucho daño, pero la manera de hacernos puntos de uno y de otro fue muy diferente. El primero nos hizo daño al poste y el segundo culminando contragolpes. En estos dos últimos partidos es cierto que nuestro juego interior ha perdido eficacia, pero estamos convencidos de que nuestros cinco pivots no tienen que envidiarle nada a nadie. Dicho esto, lo que sí tenemos que tener claro es que debemos jugar más concentrados y, sobre todo, con más dureza.

- ¿Y por qué no lo hacen?

- Porque en muchos casos están condicionados por la gran cantidad de faltas que nos señalan. Nuestros rivales casi siempre tiran más libres que nosotros y, por ejemplo, si nos fijamos en el tiempo que estuvo en pista Hopkins nos damos cuenta de que hasta el último cuarto no le pitaron la primera. A esas alturas, nuestros hombres altos ya estaban muy cargados. Sé que es difícil, pero tenemos que administrar mejor nuestros contactos.

- Hay quien cree que Quim no acaba de acertar con los bases, ¿qué opina usted?

- Muchos de nuestros sistemas son series muy cortas, de muy pocos segundos, con la idea de tener resoluciones de jugadas rápidas que favorecen el ritmo alto que Quim quiere imprimir al juego. Eso implica mucho desgaste y por eso van rotando continuamente. Eso no quita para que se pueda decir que ninguno de los dos tuvo su día en Zaragoza, pero tampoco lo tuvo el resto de sus compañeros.

- ¿No tiene la sensación de que falta orden y criterio en muchos momentos del juego?

- Sí y no. Lo que nos hace perder en Lleida, ante Bruesa y frente al CAI es la defensa y el juego interior. Cuando tu ahogas a tu rival, cierras bien el rebote y le alejas de las áreas de alto porcentaje de acierto, tienes mucho ganado con independencia de lo que hagan tus bases. Nos ha fallado eso y hemos perdido potencial como equipo.

- ¿Se puede acabar primero aún?

- En realidad, la derrota ante Bruesa es la que nos ha roto los esquemas. Primero, porque, tal y como iba el encuentro, la situación parecía controlada y, segundo, porque ese tropiezo complicó el trabajo durante la semana. Las otras dos derrotas son fuera de casa y no hay que alarmarse. Esto es muy largo y, lo digo de memoria, el equipo que ha ascendido con menos número de derrotas ha sido Fuenlabrada, que lo hizo con siete. Nuestro margen de error se estrecha, sí, pero sigue existiendo. Todavía quedan muchos duelos directos por celebrarse y eso también puede ampliar aún más nuestras opciones.

- ¿La solución?

- Recuperar el espíritu del que había hecho gala el equipo antes de estas dos últimas derrotas.- ¿El equipo está pagando los problemas lógicos de conjunción que conlleva un nuevo proyecto?- Más que eso, creo que nos pesa el desconocimiento de los rivales. Muchos de nuestros hombres se enfrentan a jugadores importantes por primera vez. En lo relativo a la conjunción del bloque estamos en la senda buena, pero sí es cierto que a nivel táctico todavía nos queda mucho camino por recorrer. La filosofía del entrenador es la de introducir los conceptos poco a poco, no de golpe, para llegar a las 13 últimas jornadas con todo y todos a tope.

- Huelva, ¿ganar o ganar?

- Por supuesto. Lo que nos tiene que quedar muy claro es que nuestro cupo de despistes en casa ya lo hemos cubierto con el Bruesa. La mala racha no se puede prolongar.