Entrevista a Quim Costa en Diario La Verdad

- ¿Cómo está el equipo?

- Físicamente bien, porque ya contamos con Lucio. Y a pesar de que hemos ganado cuatro partidos sin él, le necesitamos al 100%.

- ¿De qué manera se le vende a un jugador un torneo que no reporta ni tan siquiera una prima?

- Hay que saber que es un buen escaparate al que acuden ojeadores de todas partes. Luego hay que ser consciente de que es un título oficial y que al club que nos paga le interesa ganarlo.

- ¿Existe antídoto contra las pájaras que sufre el Lucentum?

- Es un mal endémico del baloncesto actual, algo que sufren todos los equipos. Para mi gusto, a los jugadores actuales les falta capacidad constante de concentración y trabajo. Todos, antes o después, acaban desconectando. Eso provoca situaciones incomprensibles que se reflejan en el marcador.

- Hay quien dice que el equipo da la sensación de ir sobrado, ¿es así?

- No creo que sea eso, es que los jugadores actuales entienden el baloncesto así. Para mí es positivo que el equipo demuestre capacidad de reacción siempre. El objetivo es acotar al máximo los momentos de desconexión y, si es posible, hacerlos desaparecer antes del final de temporada. Cuando el bloque lo conforman jugadores de primer año esos plazos son más largos, no hay que ponerse nerviosos.

- ¿Esas reacciones deben achacarse a la improvisación individual?

- Nunca se remonta improvisando. Eso es fruto del trabajo semanal. Cuando defendemos a nuestro estilo cortamos el ritmo de juego del rival y tenemos más opciones claras en ataque. Además, jugadores que estaban atravesando ese momento de desconexión del que hablaba, se enchufan al partido y aportan lo que se espera de ellos.

- ¿Es un grupo indomable?

- Como grupo humano tienen un nivel muy alto. Lo importante es que tengan compromiso y a este bloque no le falta precisamente eso.

- ¿Entiende Waleskoeski la filosofía que defiende Quim Costa?

- Es consciente de que aquí tiene un papel muy diferente al de otros equipos de la parte baja en los que ha estado. Repartimos la responsabilidad. Aquí no le van a llegar 14 balones. Lo ha asumido y está respondiendo muy bien.

- ¿En qué porcentaje se parece este Lucentum al que usted quiere?

- Ahora nos conocemos emocionalmente mucho más. Me gustaría que tuviesen un punto más de ambición, no sólo en los partidos, sino en el día a día, en los entrenamientos. Que cada uno de ellos asumiese que siempre puede ser mejor jugador. Ahora estamos a un 75%. Es probable que yo no haya sabido transmitir bien el mensaje, me está costando inculcarles esa inquietud por querer entrenar al máximo, por querer ser mejores en todo momento.

- ¿Las rotaciones se corresponden con las rachas de los jugadores?

- A un jugador hay que sentarlo cuando no trabaja en la pista. Y con esto no me refiero a anotar, si no a defender, a bloquear, a ayudar al compañero, a correr al contragolpe. Si no hace esto yo entiendo que es porque está cansado y lo cambio. No se trata de rotar por rotar.

- Sin embargo, la estidística refleja un reparto equitativo de los minutos.

- No creo que el reparto sea tan equitativo. Cada tramo de partido es más propicio para unos que para otros y trato de aprovecharlo. No voy a negar que a veces me equivoco, es verdad, pero siempre busco lo mejor.

- ¿De qué puede presumir este Lucentum?

- De todas las parcelas del juego. Tenemos un muy buen nivel, sólo nos falta más regularidad. Cuando lo consigamos seremos un bloque excepcional.

- ¿Hay ánimo de revancha con Bruesa por lo de la primera vuelta?

- No, o yo al menos no lo percibo.

- ¿Para qué sirve la Copa?

- La queremos, pero lo que más me interesa es ver la reacción de mi grupo en situaciones de máxima presión, sin margen de error.

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Interesante entrevista la que publica el Diario La Verdad.

Sólo hay un punto que me gustaría comentar:

Cuando Pedro Rojas le pregunta por las pájaras del Lucentum, responde lo siguiente:

"Es un mal endémico del baloncesto actual, algo que sufren todos los equipos. Para mi gusto, a los jugadores actuales les falta capacidad constante de concentración y trabajo. Todos, antes o después, acaban desconectando. Eso provoca situaciones incomprensibles que se reflejan en el marcador".

Esto en mi pueblo tiene un nombre: "Mal de muchos consuelo de tontos" y me parece un argumento con el que se quita él toda su responsabilidad en las pájaras. Está claro que todos los partidos pueden tener momentos mejores o peores, pero hay momentos y momentos y para que estos bajones sean más leves, el trabajo del técnico es clave.... y aquí en el CT se ven pájaras cada vez más gordas.