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Quintana seguirá tallando el diamante en bruto que hay en Martynas Andriuskevicius. El jugador lituano continuará una temporada más en las filas de Lucentum, tras alcanzar ambas partes, después de largas y difíciles negociaciones, un acuerdo para la renovación del lituano, que será de nuevo la torre del equipo alicantino, con sus 2,19 metros, y muy probablemente la de la Liga LEB Oro.
Andriuskevicius fue de menos a más, sobre todo por la confianza que desde su llegada depositó Quintana en su potencial. Precisamente fue ese factor el que le llevó a mostrar al público alicantino el verdadero jugador que lleva dentro y que le llevó a ser fichado de muy joven por la NBA.
Tal ha sido su papel en el Lucentum desde la llegada del técnico cántabro que han sido varios los equipos de la ACB los que han pretendido llevarse a la perla lituana a sus filas para la campaña 2008-2009. Pero Martynas lo tenía claro: quería jugar con Quintana. Con el entrenador que le sacó del banquillo, le dio “cariño” –en forma de minutos- y lo convirtió en pieza clave junto a Taylor Coppenrath. El técnico lucentino ha querido retener a la pareja con la que más cómodo se sentía desde la dirección en el juego interior. Con ellos, Lucentum practicó el mejor baloncesto, pues ganaba en intimidación en el juego interior.
Su altura, su buena mano incluso desde el perímetro, su trabajo en la pintura, los puntos que hay en sus manos, la adaptación al arbitraje de la competición y a los mismo rivales le convierten en un pívot cuya valía va a crecer como la espuma durante la temporada que viene.
Óscar Quitana valora así la renovación del pívot lituano: “Dio un paso al frente al final de la competición. Nos ayuda a ser más consistentes en defensa y en rebote y su crecimiento deportivo nos puede afianzar en los primeros puestos”.
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