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06 diciembre 2014

Guillermo Rejón y Jorge García, incombustibles


 2 de junio de 2000. El Lucentum logró su primer ascenso a la ACB. Un equipo inolvidable. Han pasado más de 14 años y solo quedan 3 jugadores en activo de aquel mágico grupo. Un chico llamdo Jose Calderón, que sigue dando que hablar en la NBA, ni más ni menos, pero también dos eternos jugadores que sin ese halo de estrella internacional siguen dando lecciones en las canchas.


Jorge García disputa este año su 20ª temporada como profesional. Es el jugador que más ascensos ha logrado a ACB, junto a nuestro recordado David Gil. Dos etapas en el Lucentum, dos ascensos. A sus 37 años se ha recuperado de una gravísima lesión de rodilla y ha continuado en Burgos. Ayer firmó una gran actuación con 16 puntos y 4 rebotes y sigue siendo un ejemplo de sacrificio y de esfuerzo.

21 temporadas para Guillermo Rejón. Tres etapas en el Lucentum, tres ascensos. El hombre que más partidos ha vestido la camiseta de nuestro equipo. Un mito.

El caso de Rejón es peculiar. Nunca fue un jugador que firmara unos números destacados, siempre fue un jugador de equipo y durante la mayor parte de su trayectoria fue un pívot de rotación. Pero tras su última etapa en el Lucentum (2012-13) todo cambió. Llegó con contratos temporales para cubrir la baja de Moncasi y acabó ganándose una plaza en el equipo a sus 35 años. Acabó firmando los mejores números de su carrera (6.6 puntos, 5.7 rebotes, 10.4 valoración) y siendo clave para el ascenso del equipo.


La temporada siguiente, ficho por Palencia y superó sus números. Otra vez fue clave en el equipo con 9.4 puntos, 6.5 rebote y 13.7 valoración. 

Este año fichaba por el Ourense y, a sus 38 años, lo ha vuelto a hacer. Vuelve a mejorar sus registros. Tras 10 partidos promedia 8.9 puntos, 6.9 rebotes y 14.7 de valoración. Sin palabras.

Pero es que su última hazaña la hizo anoche mismo al rozar un triple doble con Ourense en la cancha del potente Breogán. 11 puntos, 10 rebotes, 8 asistencias y 5 faltas recibidas para 29 de valoración. Enorme.

Estoy convencido de que todavía le vamos a volver a ver jugar en el Lucentum. Lo que ya no tengo tan claro es si será el año que viene o si habrá que esperar a que llegue a los 40 para que baje un poco su nivel y deje de tener ofertas de clubes de superior categoría.

Dos ejemplos de jugadores que, sin haber sido mediáticos, estoy seguro que serían de los que recibirían una de las ovaciones más fuertes si volvieran a jugar en el Centro de Tecnificación.

 

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