Echando un vistazo a la prensa de Zaragoza, se desprende cierta euforia desatada por la capital maña, y más que por su victoria, por la derrota del Bruesa frente a un Alicante "que le hizo un favor" como se puede leer en varios periódicos.
Esperemos que ese "favor" nos lo devuelvan ellos el próximo martes y les podamos ganar en Alicante de forma que la clasificación quedaría verdaderamente emocionante de cara a los últimos partidos de liga, donde yo creo que los equipos que se jueguen evitar el descenso o colarse en playoff pueden dar alguna sorpresa y ser los que definitivamente definan quien asciende y quien no.
El próximo martes el equipo tiene que aprovechar el factor cancha, el pabellón lleno no se le debe volver en contra al equipo, al contrario, eso, sumado a una cierta euforia de los rivales que piensan que si ganan en Alicante tendrán el ascenso en su bolsillo debe servirnos para dar otro golpe en la mesa.
El juego y la actitud de estos dos últimos partidos hacen que la confianza en el equipo haya subido y desde luego que hay cosas que analizar, ya que justo cuando parecía que las lesiones nos iban a hundir, ha sucedido todo lo contrario, el equipo se ha mostrado más sólido que nunca.
Esto hace que me plantee alguna cuestión, como que tal vez el ritmo que imprime Dumas a los partidos nos resulte más efectivo que la electricidad de Fisher, de forma que tendríamos que guardar al americano para momentos donde haya que romper el ritmo, pero habría que darle más minutos quizás a Dumas. Otro asunto es que la baja de Wales no se haya notado en el equipo, de hecho ayer por fin Hopkins no se salió contra nosotros.
Reacciones en la prensa zaragozana:
El Periódico de Aragón: El ascenso en la mano
Ganó al Cantabria (95-80) y el Alicante le hizo el favor de destronar al Bruesa (79-90). De esos dos marcadores, que el paso del tiempo puede situar en un eslabón histórico, salió como resultado una noticia de alcance: el CAI depende de sí mismo para subir a la ACB.
El Heraldo: Noche redonda
La alegría invadió un Príncipe Felipe algo más vacío por la Semana Santa, pero donde se vibró tanto con el choque como con las noticias que iban llegando poco a poco de San Sebastián. Al final, noche de júbilo, noche redonda.
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