Hacia la ACB por carretera nacional

Agencia EFE

Óscar Quintana, entrenador del Baloncesto Lucentum Alicante, comparó hoy las eliminatorias de ascenso que tendrá que disputar su equipo con "una carretera general, con más curvas", pero confió en que su equipo pueda acabar en la Liga ACB.

Quintana señaló que haber logrado el ascenso directo como primero en la liga regular -lo que ha conseguido el Valladolid- era como "una autopista", mientras que ahora el Lucentum se encuentra en "una carretera general, con más curvas" pero que al final tiene el mismo premio: subir a la máxima categoría del baloncesto español.

Aseguró que su equipo ya se ha recuperado del bajón anímico que le supuso perder el partido clave de la temporada en Valladolid, aunque reconoció que sería bueno que el viernes cerraran la competición regular con un triunfo en Mallorca.

"Ahora mismo es más importante el factor psicológico que el físico porque nosotros físicamente estamos muy bien", comentó Quintana, quien recordó que el pívot Guillermo Rejón, con un esguince, no podrá jugar ante el Mallorca pero sí estará en condiciones de jugar el primer partido de las eliminatorias de ascenso, el martes.

Quintana insistió una semana más en que el objetivo del Lucentum en Mallorca será "recuperar sensaciones, estilo de juego y autoestima" y señaló que, para ello, es importante "jugar bien y ganar".

Por eso, en principio, en la mente del técnico lucentino no está dar más descanso del habitual a ningún jugador, pensando en el cruce ante el noveno clasificado.

Respecto al posible rival en la eliminatoria de ascenso, se mostró indiferente. "Por probabilidades, hay muchas de que nos toque el Lleida, pero pueden ser varios y me da igual", dijo.

Receló de que se sitúe a su equipo directamente en la Final a Cuatro porque recordó que la pasada temporada también eran favoritos en la eliminatoria previa ante Los Barrios y tuvieron que jugar un tercer partido para decidir el ganador.

Respecto al hecho de que la Final a Cuatro se vaya a disputar en Fuenlabrada, donde entrenó muchos años, reconoció que para él y varios jugadores que jugaron en la localidad madrileña (Carlos Cazorla, Jorge García, Berni Hernández) genera una sensación de cariño.