Hace casi un año, el 31 de mayo de 2008 el Lucentum estaba disputando la Final a Cuatro 2008 en Cáceres, y nos cayó un enorme jarro de agua fría con aquel final de encuentro en el que algunas jugadas de Digbeu y Angulo hicieron que dilapidaramos una ventaja clara a falta de poco para el final. Nos quedamos a las puertas de la final.
Un año despué
s volvemos a tener el ascenso muy cerca, a sólo dos pasos, y muy lejos a la vez, pero está vez la situación es muy distinta, para empezar el año pasado la Final a Cuatro era un final relativamente esperado, ya que el CAI se mostró superior casi toda la temporada, mientras que este año llegamos después de haber dilapidado nosotros mismos nuestras opciones de ascenso directo. Esta situación y el bajón que provocó en el equipo ha generado una situación interesante en mi opinión, a saber:
En todas las ciudades rivales se ha generado un ambiente de que el Lucentum es el máximo favorito, eludiendo toda presión y cargando sobre el Lucentum todo esa presión añadida, hasta ahí parece lógico, pero, en mi opinión, el equipo no se siente favorito internamente, yo creo que el varapalo sufrido hace unas semanas ha hecho que el equipo sepa que es vulnerable y esté más preparado para los envites que se nos presentan.
Otra diferencia notable con lo acontecido en Cáceres será que el equipo va a estar arropado por cerca de 500 aficionados el sábado, número que se puede ver incrementado si se llega a la final del domingo.
El sábado ante Los Barrios tendremos enfrente un rival que llega con los deberes hechos y con ganas de disfrutar y hacer disfrutar a sus aficionados, sin obligaciones, y eso puede ser un arma de doble filo. Aunque si yo hubiera podido elegir rival, me habría quedado con Los Barrios para debutar.
Una derrota sería un varapalo mortal de necesidad al club en todos los sentidos, a nivel de afición, deportivo, institucional, que dejaría el futuro de la entidad en una situación complicada.
En caso de llegar a la final, ante Melilla o Tenerife (yo apuesto por Melilla), nos lo jugaríamos todo a una carta, a un partido, sin margen de errores ni de "pájaras", el todo por el todo.
El resumen de todo esto es que el domingo sobre las 20:30 podemos ser equipo de ACB, nos parezca mentira o no, pero como todo premio que merece la pena, también existe el riesgo de que el sábado se acabe el sueño.
Pero solo hay una cosa en nuestras manos, y es animar y apoyar al equipo desde las gradas del Fernando Martín o desde casa escuchando la radio o viendo la TV.
AMUNT LUCENTUM!! y como dice la camiseta de Kyle Hill: YES WE CAN!!
Un año despué
s volvemos a tener el ascenso muy cerca, a sólo dos pasos, y muy lejos a la vez, pero está vez la situación es muy distinta, para empezar el año pasado la Final a Cuatro era un final relativamente esperado, ya que el CAI se mostró superior casi toda la temporada, mientras que este año llegamos después de haber dilapidado nosotros mismos nuestras opciones de ascenso directo. Esta situación y el bajón que provocó en el equipo ha generado una situación interesante en mi opinión, a saber:En todas las ciudades rivales se ha generado un ambiente de que el Lucentum es el máximo favorito, eludiendo toda presión y cargando sobre el Lucentum todo esa presión añadida, hasta ahí parece lógico, pero, en mi opinión, el equipo no se siente favorito internamente, yo creo que el varapalo sufrido hace unas semanas ha hecho que el equipo sepa que es vulnerable y esté más preparado para los envites que se nos presentan.
Otra diferencia notable con lo acontecido en Cáceres será que el equipo va a estar arropado por cerca de 500 aficionados el sábado, número que se puede ver incrementado si se llega a la final del domingo.
El sábado ante Los Barrios tendremos enfrente un rival que llega con los deberes hechos y con ganas de disfrutar y hacer disfrutar a sus aficionados, sin obligaciones, y eso puede ser un arma de doble filo. Aunque si yo hubiera podido elegir rival, me habría quedado con Los Barrios para debutar.
Una derrota sería un varapalo mortal de necesidad al club en todos los sentidos, a nivel de afición, deportivo, institucional, que dejaría el futuro de la entidad en una situación complicada.
En caso de llegar a la final, ante Melilla o Tenerife (yo apuesto por Melilla), nos lo jugaríamos todo a una carta, a un partido, sin margen de errores ni de "pájaras", el todo por el todo.
El resumen de todo esto es que el domingo sobre las 20:30 podemos ser equipo de ACB, nos parezca mentira o no, pero como todo premio que merece la pena, también existe el riesgo de que el sábado se acabe el sueño.
Pero solo hay una cosa en nuestras manos, y es animar y apoyar al equipo desde las gradas del Fernando Martín o desde casa escuchando la radio o viendo la TV.
AMUNT LUCENTUM!! y como dice la camiseta de Kyle Hill: YES WE CAN!!
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