Semana con poquitas novedades. Se está empezando a hacer ya muy larga la espera con el parón copero por medio. El domingo toca partido de nervios y de televisión. Un partido que todos llaman final pero que nadie tilda de decisivo.
El partido será más decisivo si ganamos que si perdemos, una victoria dejaría al equipo con dos victorias de ventaja (más el average probablemente) sobre la zona de descenso, y supondría un golpe duro para Menorca. En caso de caer derrotados, nos complicaríamos bastante la situación, caeríamos a posición de descenso, pero igualados con Menorca y los siguientes partidos, ante Estu y Manresa, serían muy muy importantes.
En Menorca se vivirá un verdadero ambiente infernal, porque saben de la importancia del partido, pero tenemos que confiar en el equipo, porque ha demostrado saber desenvolverse bien en canchas pequeñas y complicadas como son el Centro Insular de Deportes y el Pabellón Fernando Martín.
El parón copero nos ha servido para que Kenny Hasbrouck y Mario Stojic se recuperen de sus molestias. El jugador croata apunta en en un diario menorquín que lleva cuatro meses jugando tocado en el tobillo y que tras este parón parece que se ha recuperado casi al 100%.
Sin fichajes. El club sigue sondeando el mercado sin prisa pero sin pausa en busca de una pieza que sea del agrado de Txus Vidorreta. No parece que sea inminente esa contratación ya que el equipo ha demostrado que sabe resolver bien su juego con lo que hay, pero también es cierto que esa pieza extra nos vendría bien para tener una rotación algo mayor y tener mejor cubierto el perímetro.
El partido de Menorca me recuerda en algunos aspectos al que vivimos el año pasado en Santiago ante Obradoiro. Visitábamos a un rival que dependía de esa victoria para engancharse a la liga. La cancha era complicada y el ambiente infernal. El rival incorporaba a un fichaje para ese partido (Paul Davis), Menorca hace lo propio con Sanders. Ojalá el lunes podamos hablar de que el resultado fue el mismo: un Lucentum que no dio opciones y que jugó probablemente el mejor partido a domicilio en mucho tiempo, asestando un golpe definitivo al Obradoiro y dejando la salvación casi certificada. Pero no tenemos que olvidar que el Menorca de este año está mucho más vivo que aquel Obradoiro.
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