Lo comentaba esta mañana. Nada que perder y mucho que ganar. Hemos perdido el partido, pero no hemos perdido ni un ápice de nuestro espíritu. Hemos caído derrotados en Vitoria después de haber competido durante todo el partido y de haber incluso remontado una desventaja de once puntos. Al final, unos minutos finales en el que el desacierto y algunas decisiones arbitrales algo discutibles, según lo escuchado por la radio, acabaron por dejar la victoria en Vitoria.
Malos porcentajes en el tiro e inferiores en el rebote, a pesar de eso el equipo se agarró al partido. El equipo sigue demostrando que está capacitado para competir en cualquier cancha. Derrota. No pasa nada, nos hemos ganado el derecho a caer en estos partidos, pero ya hay que mirar al siguiente partido y pensar en crear un gran ambiente ante el Unicaja, porque en nuestra casa es donde nos tenemos que hacer inexpugnables.
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