Que el colista de la liga gane al equipo con mejor dinámica de la competición. Eso es posible en la Adecco Oro. Pero además lo ha hecho con todo merecimiento, dominando el partido de principio a fin a un Lucentum que no ha sabido sobreponerse a las ganas y a la intensidad que ha puesto Ourense durante los cuarenta minutos.
Un primer cuarto en el que el Lucentum no ha cometido ninguna personal ya ha sido la seña de que la cosa de poner intensidad no iba con nosotros.
Ni los triples de Romà Bas y de Pedro Rivero durante la segunda mitad (al descanso ibamos 1/11) han sido suficientes para evitar la derrota que pone fin a la inmaculada trayectoria de Perelló en el banquillo del Lucentum. Una falta técnica señalada a Álex Llorca por protestar un falta, con el Lucentum 1 abajo ha sido determinante. Los triple postreros de Rivero y Coppenrath acercaron al Lucentum a 74-72 a falta de 8 segundos. Era tarde.
Ourense se ha merecido la victoria y ha tenido acierto en fases importantes del partido. Su defensa se ha atragantado a un Lucentum que no ha sido constante en ningún momento y que ha funcionado a impulsos.
Una derrota que frena la dinámica positiva y que nos baja a la tierra. A veces, dicen, que esto viene bien. Esperemos que esta vez sea así. Pasito atrás de cara a entrar en la Copa Príncipe que se suma a la victoria de Andorra y a la nueva muestra de superioridad de Burgos ante Palencia.
Toca trabajar y ponernos las pilas. Ahora, es cuando se tiene que demostrar esa unidad de grupo y ese buen trabajo que se está haciendo. El domingo que viene nos vemos todos en el CT. #VamosLucentum
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