Mucho hemos leído y escuchado en los últimos días sobre el Lucentum y la tan traída y llevada subvención de 500.000 que le sigue aportando el Ayuntamiento de Alicante. Cada uno lo ha expresado de una manera, con unos enfoques o con otros. Os dejo el audio del que, en mi opinión, es uno de los mejores análisis de la situación del Lucentum. Es Pedro Rojas, en Deportes COPE. Os recomiendo escucharlo, además de que también se pueden conocer las explicaciones del Ayuntamiento en boca del concejal de Deportes, Mariano Postigo:
Mariano Postigo detallaba que el club debe hacer frente a más de 300.000 en concepto de pagos acordados en el convenio de acreedores y que hay otra cantidad que supera los 200.000 euros en concepto de desajustes presupuestarios de años anteriores y de demandas de jugadores y empleados que habían denunciado al club que se van teniendo que hacer efectivas.
A la pregunta de si no habría sido mejor dejar desaparecer al club, Postigo respondía que "la ciudad de Alicante no quiso que el Lucentum desapareciera".
Postigo destacaba que "ahora hay una nueva junta directiva seria, que tiene las cosas muy claras y que su misión es sanear el equipo para que, con un proyecto serio, a la vuelta de un tiempo volver a tener al equipo en las categorías que no debió abandonar". Y recordaba que el club sigue teniendo en propiedad su canon ACB.
A continuación, se puede escuchar el análisis de Pedro Rojas. Muy interesante y nítido.
Rojas decía una frase que define la situación: "El Ayuntamiento es prisionero de las decisiones que ha ido tomando en el pasado".
Recordaba también que hubo un momento en el que se planteaba la posibilidad de la disolución (antes de la era Castillo) y que por aquel entonces todos se echaban las manos a la cabeza porque disolver el club era perder todo el dinero que el Ayuntamiento ya había invertido en el Lucentum.
Rojas apuntaba también al hecho de que el administrador concursal Lucentum emitió en su día un informe negativo sobre la viabilidad del club y que desde la directiva anterior se quiso hacer ver que eso no era así y se siguió adelante con el concurso de acreedores que ha generado las obligaciones a las que ahora tiene que hacer frente el Ayuntamiento como máximo accionista.
Destacaba también el hecho de que por primera vez se establece en el acuerdo con la nueva directiva una cláusula por la que el Ayuntamiento se puede desvincular unilateralmente de cualquier incumplimiento en materia de gestión económica por parte de la nueva directiva. Es decir, cualquier nueva deuda generada por la nueva directiva no repercutiría en el Ayuntamiento.
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