Las dudas rodean a un HLA Alicante que quiere recuperar su esencia para la segunda fase

 

Foto: Julia Martínez

Tiempos extraños corren en el HLA Alicante. La derrota de ayer ante el colista Canoe sigue alargando la dinámica negativa de resultados que el equipo lleva en 2021. Solo un triunfo en los ocho partidos disputados este año contrastan con el inmaculado 2020 que vivió el equipo. 

Cuesta ver en los últimos partidos los rasgos que llevaron al mismo equipo a jugar la Copa Princesa y a lograr la clasificación para la fase de ascenso con una solvencia incuestionable. 

 

El discurso de tener el objetivo del equipo logrado y el hecho de que el equipo lleve casi un mes sin partidos de trascendencia clasificatoria nos genera la extraña sensación de no saber si estamos en crisis, en un periodo de transición o en una minipretemporada para que dentro de dos semanas volvamos a ver una mejor cara del equipo.

 

Las derrotas y las malas sensaciones generan dudas, más que razonables, en el entorno. Leyendo la crónica que publica el Diario Información solo vemos llamadas al pesimismo: "No queda ni rastro del Lucentum que se viio a principio de temporada", "El conjunto de Rivero no encuentra el rumbo desde hace muchas semanas", "Urge tomar medidas para afrontar con algo de ilusión la segunda fase".

En cualquier caso, cuando arranque la segunda fase será el momento en el que alguien podrá decir eso de 'ya os lo dije'. Ojalá sea el equipo el que se reivindique y silencie las críticas con buen juego, con espíritu y con buenas sensaciones en la cancha.

 

El equipo está en la peor dinámica de resultados de toda la era de Rivero en el banquillo del HLA Alicante. En estos días se está viendo la primera corriente de comentarios críticos hacia el banquillo. Creo que el equipo al completo se encuentra en una encrucijada en la que no se había visto en los últimos años y es el momento de ver los recursos que se tienen para revertir una situación que puede tener componentes deportivos y anímicos en el vestuario.

 

Lo mejor de todo esto es que vamos a afrontar este momento complicado con el equipo salvado. Esto es un factor muy importante y que tiene que restar dramatismo a la situación. No quiero ni pensar en lo que sería este escenario teniendo que competir por la permanencia en un grupo de 9 donde descienden 4. Keep calm.

 

El sistema de competición de este año ha generado este parón competitivo para el equipo que nos tiene a todos un poco desconectados y en línea descendente. Partidos sin público (o con muy poco) en las gradas, parón por ventanas, partidos intrascendentes, mal juego, poco contenido e información sobre el equipo, parón por COVID previo a la segunda fase...  Todo esto está enfriando el ambiente y esto también genera una sensación desangelada en el ambiente.

 

Si todo va bien, el proximo 19 de marzo volverá la competición y todos los partidos serán finales. Ojalá el equipo dé entonces un golpe en la mesa y que se sume también una buena evolución de la pandemia que nos permita ir en mayor número al pabellón para generar una espiral positiva que es lo que todos necesitamos ahora, desde jugadores hasta aficionados.