Fotos: Jose Fco. MartĆnez |
El arranque de la temporada del HLA Alicante estĆ” muy por debajo de las expectativas creadas con el proyecto que se habĆa construido esta temporada. Las sensaciones que genera el equipo no son buenas y eso va mĆ”s allĆ” de los resultados (aunque es evidente que las victorias ayudan a que la cosas mejoren).
Desde el comienzo de temporada se ha escuchado el runrĆŗn de que 'el equipo no juega a nada'. Esa es una de las peores sensaciones que puede generar un equipo. Lo cierto es que el equipo fue acumulando ansiedad con las primeras derrotas, todas ellas ajustadas, y eso tuvo su punto Ć”lgido en el partido de Palma donde el equipo estuvo tenso y sufriĆ³ para sacar un triunfo que pudo haber sido mĆ”s cĆ³modo. En ese partido la victoria era vital para el desbloqueo mental del grupo.
Tras ese triunfo llegaba el partido en casa ante un Juaristi que era un rival propicio para encadenar la segunda victoria. El equipo consiguiĆ³ el primer triunfo solvente de la temporada, superando un ambiente 'extraƱo' en el pabellĆ³n debido a la protesta de la peƱa Kali Nord.
Con esas dos victorias, todo parecĆa indicar que la visita al CB Prat (otro equipo de la zona baja) era el momento para refrendar ese crecimiento y sellar un tercer triunfo consecutivo que llevase al equipo a una zona tranquila de la tabla y poder recibir al potente TAU CastellĆ³ con otra dinĆ”mica. Nada mĆ”s lejos de la realidad.
El equipo mostrĆ³ en el partido ante Prat la peor cara de la temporada. Fue incapaz de revertir un partido que no fue segĆŗn el plan de partido previsto, tal y como indicĆ³ Gonzalo GarcĆa en la rueda de prensa post partido y se acabĆ³ viendo a un equipo donde los jugadores hacĆan la guerra por su cuenta y donde la identidad colectiva se diluyĆ³ en un juego deslabazado y con unos jugadores que, por momentos, mostraron una falta de actitud e intensidad preocupante. Malas sensaciones. El argumento de que el plan de partido no sale, se queda algo pobre, porque es importante que un equipo tenga un plan B o un plan C para salir de estas situaciones. Incluso, si ningĆŗn plan sale, tiene que estar siempre sobre la mesa la intensidad y el carĆ”cter. Ayer no vimos nada de esto.
Lo de buscar responsabilidades o donde estƔ el foco del problema es algo que puede generar muchos debates. Imagino que desde distintas instancias se estarƔn haciendo valoraciones y buscando las cosas que se deben corregir para evitar que esta dinƔmica se alargue en el tiempo.
Desde fuera, la sensaciĆ³n es que falta carĆ”cter. Es inevitable echar la mirada atrĆ”s y pensar en jugadores del perfil de Chumi Ortega, Alex GalĆ”n o Jorge Bilbao, capaces de cambiar dinĆ”micas de partidos a base de entrega, intensidad y compromiso mĆ”ximo. Igual sucede con la identidad del juego del equipo. Hemos tenido unos aƱos con un sello muy definido en el juego del equipo y ahora todavĆa andamos intentando encontrar cual es el estilo que proponemos en la cancha. Las comparaciones son odiosas, pero genera cierta envidia sana ver como el Palencia de Rivero ya nos recuerda a ese Lucentum que vimos aquĆ.
Poner el foco en el entrenador es lo fĆ”cil en estos momentos. Siempre es asĆ en el mundo del deporte. Las crĆticas a Gonzalo se oyen y se leen en diversos cĆrculos, pero seguramente el problema del equipo sea algo mucho mĆ”s complejo.
Si miramos a la cancha, vemos que casi nunca se encuentra el equilibrio necesario para que el equipo domine el juego. Cuando la conexiĆ³n Llompart-Van Zegeren funciona, el neerlandĆ©s se pone las botas con su dominio cerca del aro (20 de sus 40 canastas han sido mates), pero si ese polo de atracciĆ³n genera espacios a los tiradores y los porcentajes no llegan apenas al 25% desde el triple, de poco sirve.
El puesto de base-escolta se completa con un Justin Pitts que parece un espejismo del que hemos visto en temporadas anteriores. No sabemos si son los problemas fĆsicos, si es falta de forma, si es falta de adaptaciĆ³n a los sistemas... pero lo cierto es que es desesperante (y algo triste) verle sufrir para encontrar tiros o penetraciones. El 3 de 15 que firma en triples habla por si solo. Esperemos que pronto pueda acercarse al nivel que se espera de Ć©l, porque de lo contrario al final queda la sensaciĆ³n de que su llegada ha desequilibrado la posiciĆ³n, relegando a Carlos Noguerol a un rol muy secundario, a pesar de que el gallego ha demostrado en sus cortas apariciones que aporta intensidad y energĆa al juego.
Cierra estas posiciones de base-escolta un Guillem Arcos que sigue creciendo jornada a jornada y que estĆ” exhibiendo descaro y energĆa en los minutos que tiene. Su aportaciĆ³n estĆ” creciendo en diferentes facetas y sus minutos en cancha se traducen en energĆa e intensidad que rompen con la monotonĆa y cierta apatĆa que a veces transmite el equipo.
La artillerĆa pesada exterior del equipo funciona a latigazos. Pilepic fue importante en los dos triunfos del equipo pero en otros partidos se diluye hasta el punto que ayer solo tuvo 5 minutos en pista. Simmons es un jugĆ³n, pero cuando el juego del equipo acaba convirtiĆ©ndose en un 'balones a Will' para el norteamericano, el equipo pierde con ese excesivo individualismo. Es curioso que los partidos donde Simmons menos ha anotado es donde el equipo ha ganado o jugado mejor (contra el Estu).
Matulionis estƔ siendo el jugador exterior mƔs regular y que ha aportado en mayores facetas del juego. Su acierto exterior tiene que encontrar mayor regularidad, como el resto del equipo, pero su labor defensiva y su ayuda en facetas reboteadora ha sido importante.
Joan TomĆ s no estĆ” teniendo el acierto que su trayectoria avala y su presencia en el equipo estĆ” perdiendo peso con las jornadas, hasta el ponto de que ante Prat apenas tuvo 7 minutos en cancha en los que no pudo realizar ningĆŗn lanzamiento. Ha alternado posiciĆ³n de tres y de cuatro, ante la falta de confianza en un Walter Junior que ha estado hasta cuatro partidos seguidos sin saltar a cancha por decisiĆ³n tĆ©cnica. Sobre esta falta de minutos, Gonzalo apuntaba que lo habĆa hablado con el jugador para que tuviera confianza, pero debe ser complicado ver como se pasa de ser una referencia en un equipo top de LEB Plata a no disponer de apenas minutos en LEB Oro.
En la pintura, ya hemos visto que Van Zegeren tiene dos movimientos casi infalibles. Sus continuaciones finalizadas con mates o bandejas fĆ”ciles y su jugada finalizada con ganchito lateral. Desde el banquillo sale un Menzies que es capaz de sacar partido de sus centĆmetros y hacer acciones de mĆ©rito, pero tambiĆ©n ha demostrado falta de experiencia y temple en algunos partidos que le han condenado al banco por cargarse de personales.
Cierra el juego interior un Jakstas que parece que viene de menos a mĆ”s, que es intenso y que saca partido de balones a corta-media distancia, atrayendo ayudas que podrĆan dar ventajas a nuestros exteriores pero que no estamos aprovechando por nuestros malos porcentajes.
En definitiva, el margen de mejora del equipo puede llegar por muchos sitios. Lo primero y mĆ”s importante es que dentro del equipo se sea consciente de que todo el mundo tiene que mejorar y se trabaje para ello pensando en el equipo. Algo fĆ”cil de decir, pero difĆcil de conseguir.
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