El HLA Alicante regresaba al Pedro Ferrándiz tres semanas después de aquella debacle ante Cantabria que acabó con pitada al equipo y que desencadenó la secuencia de cambios que está viviendo el equipo estas últimas semanas.
El pabellón respiraba hoy una sensación diferente. La llegada de Perelló y los fichajes de Sebastian Aris y Mindaugas Kacinas ofrecían esa sensación de que, por fin, las cosas pueden empezar a cambiar.
El equipo empezó el partido muy impreciso en la parcela ofensiva, pero se desprendía al menos una sensación diferente en cuanto a la energía en el equipo. Sin embargo, la dinámica nos empezaba a todos a recordar partidos anteriores. Zamora dominaba el rebote y anotaba con facilidad cerca de canasta mientras que veíamos como el equipo seguía sin encontrarse cómodo en ataque y volvíamos a ver como jugadores como Lypovyy o Jofresa apenas pueden disputar 5 minutos.
El partido estuvo tres periodos moviéndose con el equipo unos diez puntos por debajo de Zamora y sin acabar de encontrar nunca la consistencia ofensiva que permitiera reducir la diferencia. Se vieron buenos momentos en defensa con algunas nuevas propuestas de Perelló que, sin embargo, no se veían acompañadas por buenos porcentajes ofensivos. Vimos a un Adrià Rodríguez asumiendo el rol de manejar la dirección del equipo y vimos a la pareja Larsen-Kacinas funcionando bien junto a un Alex López que mostró mucho carácter en momentos importantes.
Con 10 puntos abajo a mitad del último periodo todo apuntaba a una nueva derrota clara. Sin embargo, en ese último tramo de partido apareció el acierto exterior que no hemos visto en toda la temporada. Un motivado Álex López lideró una remontada final en un último periodo en el que Alicante anotó 4 triples y dominó el rebote, alimentado por una afición que veía por fin un equipo que transmitía energía positiva. Pero cuando llegó el momento de rematar la remontada llegaron algunas imprecisiones que frustraron la ansiada victoria que necesita el equipo.
Caras largas pero con algo de esperanza en la salida del pabellón. Todos entendemos que Rubén Perelló y las nuevas incorporaciones necesitan más tiempo para poder ofrecer lo que se quiere. También es cierto que el paso de las jornadas va apretando la soga del equipo.
Las buenas sensaciones que ofrecieron los recién llegados Aris y Kacinas contrastan con la dinámica negativa que siguen transmitiendo Jordan King (0/7 tiros en 20 minutos), Lypovyy (inédito en solo 5 minutos que tuvo), Bressan (nula aportación en 13 minutos), Jofresa (que parece que sigue sin poder disputar más de 3-4 minutos por partido) o Rivas (no jugó ningún minuto).
Esta semana es de esperar que el club anuncie alguna novedad en cuanto a los jugadores que acaban saliendo del equipo y también para ver si en estos intercambios de fichas todavía hay alguna entrada más porque la verdad es que el equipo sigue necesitando un artillero exterior como el comer. Ni King ni Jofresa parece que, a día de hoy, estén cerca de dar esa amenaza exterior que necesita el equipo para equilibrar el juego.
En definitiva, hoy se han visto brotes de verdes que muestran que hay un cambio en proceso, pero todavía hemos visto también carencias que siguen siendo patentes en el equipo. Parece que podemos haber empezado el camino por el sendero correcto pero todavía hay mucha maleza que limpiar para que el equipo pueda llegar a buen puerto. Siguiente capítulo: visita al líder San Pablo Burgos.
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