El Lucentum protagonizó ayer un partido de mínimos, empezando por la anotación, los 61 puntos de ayer son la segunda peor anotación de toda la temporada sólo superada por los 55 puntos con los que se ganó en Los Barrios en la primera jornada de liga.
En cuanto a tiros de dos puntos, la cifra de ayer también es de pena, con 11 de 21, de los cuales sólo 7 tiros lo realizaron nuestros jugadores interiores: Andriuskevicius (2 de 3), García (0 de 0), Rejón (1 de 1) y Coppenrath (2 de 3).
Por otro lado, como consecuencia de esta inoperancia del equipo que no supo en ningún momento buscarse un hueco dentro de la zona, se abusó del tiro de tres, especialmente Kyle Hill (3 de 11) pero sin acierto, lo que reafirmó aún más a nuestro rival en su defensa zonal.
El 7 de 28 en triples nos condenó aún más, pero cuidado, que el Valladolid aún estuvo peor que nosotros en triples con un 24%, pero ellos tuvieron más balones interiores que aprovecharon.
En conclusión, lo más negativo del partido de ayer es ver como un rival ha encontrado una forma de anular a nuestros jugadores interiores, forzando que el Lucentum tenga que buscar constantemente el tiro exterior, una faceta en la que aunque en los últimos partidos se estuvo acertado, no creo que sea el pilar en el que el Lucentum pueda basar sus opciones de victoria.
Segunda derrota, la primera ante una individualidad, y esta segunda ante una buena defensa zonal. El calendario no da tregua y ahora toca visitar al León y el fantasma de una tercera derrota planea en el ambiente. Seguimos líderes pero ya no infundimos ese halo de superioridad de hace dos semanas, hemos bajado a la tierra, hemos bajado a la LEB, a una LEB en la que el ascenso directo va a estar disputadísimo.
Hay que aprender de esta derrota, y el "maestro" tiene que ser el técnico, sabiendo que nuestros siguientes rivales habrán aprendido mucho de este partido, tiene que buscar alternativas para saber atacar defensas como la de ayer y pensar menos en si las jornadas son o no divertidas y en protestar con aspavientos a los árbitros constantemente.
En cuanto a tiros de dos puntos, la cifra de ayer también es de pena, con 11 de 21, de los cuales sólo 7 tiros lo realizaron nuestros jugadores interiores: Andriuskevicius (2 de 3), García (0 de 0), Rejón (1 de 1) y Coppenrath (2 de 3).
Por otro lado, como consecuencia de esta inoperancia del equipo que no supo en ningún momento buscarse un hueco dentro de la zona, se abusó del tiro de tres, especialmente Kyle Hill (3 de 11) pero sin acierto, lo que reafirmó aún más a nuestro rival en su defensa zonal.
El 7 de 28 en triples nos condenó aún más, pero cuidado, que el Valladolid aún estuvo peor que nosotros en triples con un 24%, pero ellos tuvieron más balones interiores que aprovecharon.
En conclusión, lo más negativo del partido de ayer es ver como un rival ha encontrado una forma de anular a nuestros jugadores interiores, forzando que el Lucentum tenga que buscar constantemente el tiro exterior, una faceta en la que aunque en los últimos partidos se estuvo acertado, no creo que sea el pilar en el que el Lucentum pueda basar sus opciones de victoria.
Segunda derrota, la primera ante una individualidad, y esta segunda ante una buena defensa zonal. El calendario no da tregua y ahora toca visitar al León y el fantasma de una tercera derrota planea en el ambiente. Seguimos líderes pero ya no infundimos ese halo de superioridad de hace dos semanas, hemos bajado a la tierra, hemos bajado a la LEB, a una LEB en la que el ascenso directo va a estar disputadísimo.
Hay que aprender de esta derrota, y el "maestro" tiene que ser el técnico, sabiendo que nuestros siguientes rivales habrán aprendido mucho de este partido, tiene que buscar alternativas para saber atacar defensas como la de ayer y pensar menos en si las jornadas son o no divertidas y en protestar con aspavientos a los árbitros constantemente.
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