

Esta semana se celebra la Copa del Rey en Madrid y cada vez que llegan estas fechas me acuerdo de aquel aƱo 2005...

Ayer 17 de febrero hizo cuatro años del comienzo de la 69ª edición de la Copa del Rey en Zaragoza, en la que el Lucentum se plantó tras una grandiosa e histórica primera vuelta que comenzó con nada menos que nueve victorias consecutivas, que ya recordamos hace un tiempo en el blog (ver la serie Las 9 de Trifón).

Y a modo de homenaje al que, en mi opinión, ha sido uno de los mejores recuerdos que me ha dado el Lucentum, voy a hacer una serie recordando aquellos dĆas y todo lo que rodeó aquel evento.
Si alguien conserva algĆŗn documento, imĆ”gen, que le gustarĆa compartir con los demĆ”s lectores del blog, me lo podĆ©is hacer llegar a la dirección lucentumblogging@gmail.com. AsĆ como cualquier historia, anĆ©cdota o curiosidad que recordĆ©is de aquellos dĆas en Zaragoza.

De momento vamos a comenzar en enero de 2005, cuando el Lucentum ya se encontraba clasificado para la Copa pero aĆŗn no sabĆa si iba a ser cabeza de serie, pero ya se hacĆa pĆŗblico cuales serĆan los precios de los abonos y que el club dispondrĆa en principio de unos 400 abonos, cantidad que serĆa insuficiente y que creaba incertidumbre en una afición ilusionada y deseosa de acompaƱar al equipo en tan histórico momento.
En las siguientes entregas hablaremos de todo lo que dio de sà aquella Copa del Rey, en la que a pesar de que deportivamente no fuera un éxito, lo cierto es que la fiesta del baloncesto vivida en una ciudad como Zaragoza fue algo maravilloso.
AdemĆ”s, el hecho de que se tratase de una ciudad no tan grande como Madrid o Barcelona, hizo que el ambiente de baloncesto se respirase por toda la ciudad, era maravilloso encontrarse a gente con bufandas de sus equipos por todos los rincones de la ciudad, y con un ambiente de deportividad y de diversión que serĆa impensable en un deporte como el fĆŗtbol.
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