Situación crítica, se impone la ley del silencio, el Lucentum agoniza, y otros titulares más sensacionalistas todavía se pueden leer en los últimos días cuando se habla del Lucentum. Dejavu. Esto ya lo hemos vivido.
Según se puede leer parece que el próximo viernes el juez tendrá que emitir un dictamen sobre el futuro del Lucentum. Si ese plazo es cierto y definitivo lo que está claro es que la única salida es que lleguen esos 600.000 euros que se dice que la Generalitat Valenciana se ha comprometido a abonar al club. Al parecer existe compromiso de pago, pero a estas alturas de la vida lo que cuentan son los ceros en la cuenta corriente.
En otros tiempos esa cantidad tampoco era muy significativa, pero en los momentos que viven las administraciones sabemos que hasta la cantidad más pequeña es importante. A eso se suma el hecho de que hablamos de liquidez y si alguna administración no va holgada de liquidez esa es la Generalitat Valenciana. En este caso me da la sensación de que el problema es más nuestro deudor que la cantidad en sí.
Todo este proceso que dura ya casi un año es muy complejo y se nos escapan cosas. Una de las dudas que quedan en el aire es el hecho de saber quién se haría cargo de los 9 millones de euros de deuda que quedarían si se disolviese el club. Alguna vez se ha leído algo de que tanto el propietario (Ayuntamiento), como los gestores que hayan generado esa deuda podrían tener responsabilidad. Ignoro el alcance que tendría esa situación.
También llama la atención que la Generalitat abonara 400.000 euros hace apenas un mes para ahora dejar de pagar el resto y hacer que aquel ingreso sirviera de poco o de nada. Otra interrogante.
Si realmente alguien tuviera que asumir alguna responsabilidad por la deuda generada en caso de disolución, parece que saldría rentable abonar ahora esos 600.000 euros que permitirían al club iniciar las gestiones para firmar un convenio con los acreedores que podría llevar una quita del 50% de la deuda y una espera de dos años.
Con esa inyección de dinero se consigue reducir mucho esos 9 millones de euros (no al 50%, ya que las deudas privilegiadas con Hacienda y Seguridad Social no entran en las quitas y hay que pagarlas íntegras según tengo entendido) y se consigue también retrasar tres años el pago, de manera que el club consigue un par de años de oxígeno para equilibrar presupuestos y gestionar de manera que se pueda ir generando un dinero para pagar en el futuro esa deuda reducida.
En caso de que se saliese de esta situación es probable que llegara el ansiado patrocinador, pero seguirá siendo imprescindible una aportación por parte de las administraciones, con lo que se seguirá estando en el aire, aunque lo ideal sería conseguir reducir el porcentaje de dependencia de las administraciones públicas.
La implicación de la alcaldesa en las negociaciones genera por una parte la sensación de que el Ayuntamiento sí que está dispuesto a hacer lo que está en su mano por solucionar la situación pero por otra genera ese miedo a que luego se salga en una rueda de prensa en la que se cargue todo el "mochuelo" a la Generalitat.
Como aficionados creo que ya no queda mucho que hacer. Somos los que somos. Muchos más de los que están en las gradas. Es una pena que no pueda ser viable un club como el Lucentum en esta ciudad. Toca esperar, confiar en que se solucionen las cosas, pero ya no está en nuestra mano.
Nos esperan unos días agotadores, de declaraciones, de ultimatums, de plazos...
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