Álvaro Fuentes, Germán Miñarro, Jose González, Daniel Adriasola, Fabio Astilleros, Rafa Prats, Raúl Lozano, Jose López Valera, Albert Masllorens, Carlos Lapeña, Íñigo Remón... Tal vez no sea la plantilla más recordada de la historia del club, pero seguramente ha sido la que ha conseguido uno de los éxitos más importantes del Lucentum, por el momento en que llegó.
Ascender a ACB en Andorra y ver al club compitiendo en Nacional en apenas unas semanas fue un golpe que podría haber derrumbado definitivamente el basket alicantino. No fue así. La nueva directiva, encabezada por Toni Gallego, cogió el toro por los cuernos y apostó por renacer desde abajo.
Aquel año el equipo fue superior durante la liga regular, pero toda la temporada se decidía en un partido ante L'Alfàs, el único equipo que había sido capaz de vencer a aquel Lucentum de Kuko Cruza.
En una Fase Final en la que casi 2000 personas poblaban las gradas del Centro de Tecnificación el equipo lograba vencer en un igualado encuentro y se ganaba en la cancha el derecho de jugar en una categoría superior. El ascenso fue a EBA y se acabó saliendo en LEB Plata, pero el hecho que fuera tras un éxito deportivo era clave para que el club pudiera seguir creciendo.
Se cumplen cinco años de ese éxito:
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