Desde que Guillermo Rejón anunció su retirada tenía en mente poder preparar algo especial en el blog. Rejón ha sido el jugador que más veces ha vestido nuestra camiseta, ha vivido tres ascensos con el Lucentum y ha sido un ejemplo de profesionalidad siempre que ha pasado por Alicante.
A la hora de prepararlo se me ocurrió ir un poco más allá y hacer un repaso a toda su carrera. Y la cosa se me fue de las manos. Empecé a contactar con entrenadores y jugadores y acabé llegando hasta su etapa de cadete en el Estudiantes.
El resultado creo que merecía una difusión mayor que la que ofrece este blog y por eso decidí que Solobasket.com sería mejor plataforma para rendirle este pequeño tributo.
Guillermo Rejón: 25 años de baloncesto a través de 25 testimonios
Ha sido muy bonito ver como todos y cada uno de los entrenadores y jugadores con los que he contactado se mostraban encantados de dejar unas palabras sobre sus recuerdos sobre Guillermo Rejón. Poder contactar con gente como Javier Imbroda, Moncho Monsalve, Pedro Llompart, Roman Montañez, Miki Feliu, Rubén Perelló, Rafa Vecina.... ha sido uno de los mayores lujos que me he llevado en los más de diez años que llevo escribiendo de basket en la red.
Y ha sido curioso ir viendo como muchas respuestas eran similares, viniendo de clubes y etapas muy diferentes y separadas en el tiempo. Esa coherencia en las respuestas habla muy bien de lo que ha sido la trayectoria de Guillermo Rejón. Uno de esos jugadores que no suelen aparecer en lo alto de ningún ranking estadístico pero que dejan huella y aportan un valor que va más allá de las estadísticas, tanto dentro como fuera de la cancha. Con sus virtudes y sus defectos, Guillermo Rejón ha dejado huella en el basket nacional en sus más de dos décadas de baloncesto.
En el artículo podéis ver algunos vídeos interesantes, como uno inédito de un partido del Lucentum en la temporada 1999-00 o la rueda de prensa en la que anunciaba su retirada.
A partir de ahora, se cierra una etapa y se abre su nuevo camino como director deportivo. Con todo por aprender. Su trayectoria no asegura que sea un buen director deportivo, pero los valores que ha transmitido a lo largo de estos años sí que son un aval del que podemos sentirnos afortunados como seguidores del Lucentum.
Acaba una etapa y comienza otra. El baloncesto sigue.
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