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Foto: Jose Fco. MartĆnez |
El HLA Alicante volvió a ofrecer una tarde memorable en el Pedro FerrĆ”ndiz. Los de Pedro Rivero lograron su decimotercer triunfo consecutivo en un partido que no fue nada fĆ”cil y en el que durante tres periodos el equipo estuvo a remolque en el marcador. Con este Ćŗltimo triunfo supera la histórica racha que hizo MarĆn Peixegalego en 2015-16, cuando el equipo gallego encadeno 12 triunfos
El rival nos lo puso muy complicado. El HLA Alicante no conseguĆa encontrar balones cerca de aro para el juego interior, mientras que Pitts y Schmidt empezaron el partido con pólvora mojada desde el perĆmetro. Estela, por su parte, hacĆa daƱo desde el perĆmetro en la primera mitad y luego tuvieron a un Nakidjim casi imparable bajo aro.
Pero este aƱo el equipo ofrece esa sensación de que no pierde nunca la cara al partido y que sabe mantener la paciencia, como sabiendo que tarde o temprano llegarĆ” nuestro momento. Ante Zornotza fue en el tercer periodo, y ayer fue en el Ćŗltimo periodo cuando empezó a funcionar el perĆmetro. Schmidt y Pitts ajustaban sus fusiles, mientras que GalĆ”n y Conde empezaban a ganar la batalla en la pintura. Y, al igual que ocurrió en Zornotza, cuando el equipo volteó el partido ya no hubo segunda opción para el rival.
Destacar una jornada mĆ”s la labor de Chumi Ortega. Otra vez tuvo un trabajo especĆfico de anular al base del equipo rival, Pol Olivier. Cada vez que estuvo en cancha se convirtió en la sombra de Olivier. El resultado: 2/10 en tiro para Olivier y mucha incomodidad para construir su juego el equipo cĆ”ntabro. De nuevo Ortega se va a un 21 en la valoración +/-, a pesar de sumar solo 8 de valoración. Intangibles imprescindibles para comprender el Ć©xito del equipo.
Es inevitable caer en cierta euforia viendo las sensaciones que ofrece el equipo. Da gusto ver las gradas del pabellón cada vez mÔs gente y cada vez mÔs participativa. Los resultados ayudan, pero también la actitud de todo el equipo. Es encomiable el esfuerzo y la intensidad que ponen en la cancha. AdemÔs, una de las claves para lograr un ascenso es que el ambiente del grupo sea el mejor posible. Y aunque uno no esté dentro del vestuario, lo que se transmite hacia fuera es implicación desde el jugador que mÔs minutos juega hasta el que pasa todo el tiempo en el banquillo.
Todo este optimismo e ilusión hay que vivirlo con ese freno de mano que ofrece la clasificación. A pesar de nuestra racha el margen de error es pequeño y cualquier fallo puede complicar la primera plaza. Pero, visto lo visto, es evidente que estamos ante el mejor momento del Lucentum en los últimos 6 años y es algo que no debemos dejar escapar. Sigamos apoyando y disfrutando.
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