El HLA Alicante muestra su peor imagen en Huesca (76-64)

Foto: David Álvarez

En muchas ocasiones solemos pasar de un extremo al contrario fácilmente. Con el HLA Alicante de esta temporada nos está empezando a pasar. Hace unas semanas nos veíamos como el equipo del momento y ya hacíamos cuentas de lo bien que podíamos llegar a la fase de ascenso para empezar bien arriba la segunda fase. Tras la derrota de ayer en Huesca, que supone la cuarta consecutiva (contando la Copa), los términos crisis y decepción empiezan a multiplicarse en las crónicas. Supongo que ni estábamos tan alto ni ahora estamos tan abajo. 

El partido de ayer en Huesca nos dejó algunos de los peores minutos de juego que se le recuerdan al HLA Alicante de Pedro Rivero. El último cuarto fue un despropósito en el que el equipo no jugaba a nada y se vio totalmente superado por un Huesca que jugó con más corazón y que estuvo acertado en momentos puntuales para rematar a un HLA Alicante sin alma y totalmente deslabazado.

Los números de ese último periodo hablan por si solos:

HUESCA: 5/10 en triples, 15 rebotes y 37 de valoración en el último periodo.

ALICANTE: 0/8 triples, 4 rebotes y -2 de valoración en el último periodo.

A nivel individual, Txemi Urtasun asumió el peso del equipo en ataque junto al trabajo de Bilbao y Galán en la pintura. Chumi Ortega salió de inició, encadenó varios errores y quedó también fuera del partido (-4 de valoración). Llompart se quedó sin anotar y estuvo por debajo de los 5 de valoración y eso es sinónimo de derrota del Lucentum. 

Destacar los 18 minutos que tuvo en pista el debutante Noah Allen. El alero norteamericano dejó buena impresión, teniendo en cuenta que todavía le falta el acoplamiento al equipo.

Como falso consuelo nos puede quedar que la derrota en Huesca es probable que no se arrastre a la segunda vuelta, pero lo que sí que se va arrastrando es la dinámica negativa de juego y sensaciones y es algo que hay que revertir lo antes posible.

Después de un partido así, lo peor que quedan son las sensaciones. En este caso el equipo no va a tener tiempo para mortificarse por este partido ya que este martes se juega el partido pendiente ante Girona y el fin de semana siguiente nos visita Almansa. Dos partidos de exigencia y en los que es necesario que el equipo recupere sensaciones y saque al menos un triunfo que deje sellada la clasificación para la segunda fase.