En el portal Zona de BĆ”squet han publicado hoy un interesante artĆculo sobre los canteranos que hay en la LEB Oro 2020-21. En el artĆculo se hace un repaso escrupuloso y detallado, equipo por equipo, de los jugadores salidos de sus respectivas canteras y que juegan esta temporada en su primer equipo.
Los canteranos de Oro.https://t.co/tnemYyZybC
— zonadebasquet.com (@zonadebasquet) April 21, 2021
Ese artĆculo me ha llevado a plasmar en este artĆculo una opinión a la que llevo semanas dando vueltas. El titular del artĆculo es un poco 'duro', pero lo quiero reflejar es que en la LEB Oro hay tanta exigencia competitiva y tan pocos recursos, que los clubes no se atreven a arriesgar potenciando su base ya que tienen que poner todos sus esfuerzos en la tarea de cumplir objetivos deportivos, ya sea el ascenso o el evitar un descenso a LEB Plata que es un golpe muy duro para los clubes. AquĆ va mi opinión y mis argumentos:
41 nombres salen a colación en el artĆculo. No serĆa un mal nĆŗmero, pero si miramos mĆ”s a fondo vemos que mĆ”s de la mitad (23) son jugadores con ficha en equipos EBA o de categorĆas inferiores pero que han podido disputar algĆŗn minuto con el primer equipo en LEB Oro.
De los 18 jugadores que sĆ que tendrĆan ficha de primer equipo solo 13 de ellos tienen mĆ”s de 10 minutos por partido.
Y luego habrĆa que aƱadir un matiz. En la prĆ”ctica totalidad de casos no hay una continuidad clara entre su formación en el club y su actual participación en el primer equipo. Es decir, jugadores como Nacho MartĆn, Albert SĆ bat, Ćrik Quintela, Juan Rubio.... han desarrollado su carrera deportiva lejos de sus clubes de formación y ahora regresan a los mismos por diversos motivos profesionales, ya sean económicos, proximidad geogrĆ”fica o aprecio por el club.
Solo dos casos se podrĆan considerar una plena continuidad entre la cantera y el primer equipo. SerĆan Daniel Astilleros en Valladolid y Joel SabatĆ© en Castelló. TambiĆ©n podrĆa tenerse en cuenta el caso de GermĆ”n MartĆnez en Granada, que salió cedido dos temporadas y ahora regresa y tiene mĆ”s relevancia en el equipo. Incluso el caso de Sergi Huguet en Palma, que aunque tiene ficha EBA estĆ” en dinĆ”mica de trabajo con el primer equipo. Pero son casos que se pueden contar con los dedos de una mano.
Todos estos datos ponen en relevancia que la LEB Oro no es, para nada, una liga de clubes de formación. La LEB Oro es una liga muy competitiva, donde estÔn implicadas muchas capitales de provincia y muchas ciudades con historia y tradición de baloncesto. Hay pocos recursos económicos y una necesidad importante de no arriesgarse a un descenso a LEB Plata que pueda comprometer los proyectos.
Esto se traduce en que los clubes intentan apostar sobre seguro y no pueden asumir el riesgo de incrementar la inversión en su base con el objetivo de obtener jugadores que puedan llegar a su primer equipo. En este punto hay varios inconvenientes, porque si de la cantera de un equipo LEB Oro sale un jugador que despunte siempre llega un pez mÔs gordo (cantera de club ACB) que se lo va a llevar a continuar su formación y si esa progresión es importante ya no podrÔ regresar a su equipo formador LEB Oro.
Otro hƔndicap que encuentran los clubes para apostar mƔs decididamente por su base es el hecho de que sus presupuestos son, en muchos casos, inestables y esto no permite hacer planes ambiciosos a medio-largo plazo.
Esas frases 'idĆlicas' que se han escuchado desde algunos clubes con aquello de vamos a apostar por la base para en un medio plazo poder tener a jugadores en el primer equipo no es mĆ”s que una utopĆa. La LEB Oro es equiparable en cuanto a competitividad a cualquier liga europea de nivel medio-alto y lo que la coloca por debajo de muchas solo es el nivel económico que tienen los clubes.
Lo que necesita la LEB Oro es que se consolide la apuesta por la visibilidad de los partidos en TV en abierto, que se estabilice un sistema de ascensos-descensos efectivos y que se impulse el trabajo de marketing y comunicación para que el nivel económico general de los clubes vuelva a la lĆnea ascendente que se llevaba hasta la llegada de la pandemia.
Las polĆticas de cupos que aplica la FEB para intentar incentivar la presencia de jugadores de formación no se traduce en la llegada de mĆ”s jugadores desde la base, si no que revaloriza al jugador nacional contrastado en la liga.
Si bajamos un peldaño a la LEB Plata, sà que se puede encontrar mÔs espacio para que jugadores jóvenes puedan progresar y son muchas las cesiones que llegan a esa liga. AdemÔs, allà tienen mejor caldo de cultivo los equipos filiales como Barcelona, Prat o Gran Canaria.
En definitiva, que la LEB Oro no parece ser un espacio donde los jugadores canteranos puedan encontrar la continuidad desde su formación en sus clubes.
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