Pues eso. Terminó el sueño y nos despertamos de una ensoñación que nos había hecho tocar el cielo. El HLA Alicante cayó en su visita a Lugo ante un Breogán que acabó imponiendo la calidad de su plantilla ante un Lucentum que aguantó como un jabato hasta apenas 5 minutos antes del final. Honor a estos jugadores y felicitaciones a un Breogán que es justo finalista también.
Ahora no vamos a ponernos a analizar si la clave fue el rebote ofensivo de Breogán, que si Larsen era imparable, que si no estuvimos cómodos... El equipo demostró orgullo, trabajo y esfuerzo hasta el final y no hay nada que pueda empañar lo que nos han hecho disfrutar en la temporada más extraña de nuestras vidas.
Solo caben palabras de agradecimiento al equipo, a los jugadores, a los técnicos, a la directiva y a todos los que han hecho que hayamos podidos acabar pasando unos grandes momentos en un Pedro Ferrándiz con un aroma que recordaba al de los grandes tiempos.
En los próximos días será el momento de hacer balance, para poner desde ya la mirada en lo que viene. Una nueva temporada en una LEB Oro más emocionante que nunca y con la ilusión de seguir disfrutando de este equipo.
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