Con el Meridiano Alicante en vísperas de un partido a muerte en Santiago, si uno se para a ver la clasificación y hace "cuentas", se puede dar cuenta de que si estos dos partidos en casa que se nos han escapado entre las manos los hubiéramos ganado, el equipo estaría con 12 victorias, a una sola de los playoff.
La liga está este año más dividida que nunca, con cuatro equipos por encima y el resto muy igualados. Basta ver que el Cajasol que nos visitó el domingo es el quinto clasificado a pesar del mediocre juego exhibido en Alicante.
Equipos como Valladolid o Manresa se han quedado "clavados" en la clasificación con seis y cinco derrotas consecutivas cada uno, mientras que Bilbao ha enlazado 8 victorias consecutivas que le han metido en zona de playoff.
De nada sirve lamentarse con estas "cuentas de la lechera", pero a uno le queda la sensación de que con muy poquito más que se le hubiera sacado a esta plantilla se podría haber estado más tranquilo y nos habríamos ahorrado por lo menos los nervios que vamos a vivir este fin de semana.
La liga está este año más dividida que nunca, con cuatro equipos por encima y el resto muy igualados. Basta ver que el Cajasol que nos visitó el domingo es el quinto clasificado a pesar del mediocre juego exhibido en Alicante.
Equipos como Valladolid o Manresa se han quedado "clavados" en la clasificación con seis y cinco derrotas consecutivas cada uno, mientras que Bilbao ha enlazado 8 victorias consecutivas que le han metido en zona de playoff.
De nada sirve lamentarse con estas "cuentas de la lechera", pero a uno le queda la sensación de que con muy poquito más que se le hubiera sacado a esta plantilla se podría haber estado más tranquilo y nos habríamos ahorrado por lo menos los nervios que vamos a vivir este fin de semana.
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