Foto: ACBPhoto-Victor Carretero
El Meridiano Alicante llegaba a Madrid con muchas bajas y con el cansancio acumulado por el esfuerzo hecho el jueves ante Bilbao. El resultado fue un partido en el que se fue inferior de principio a fin y que sirvió al nuevo entrenador del Real Madrid para dar minutos a algunos jugadores menos habituales y para probarse de cara a siguientes partidos. Hasta 11 jugadores del Real Madrid disputaron más de 9 minutos y ninguno pasó de 23.
Partido con poca historia. Se notó la falta de Rancik, que supone el eslabón que da equilibrio a todo el juego del equipo, lo que unido a la ausencia de la referencia de Hasbrouck y a la insustituible labor de contención de Cazorla era demasiado lastre.
Además de los ausentes, hubo que añadir lo que restaba Heurtel, que jugó alternando minutos de base y de escolta, pero que volvió a ser ese base individualista y precipitado que tan poco gusta a Vidorreta. 1/7 en tiro y 4 pérdidas, además de pecar de jugar poco en equipo, olvidándose de doblar pases clarísimos a jugadores abiertos.
Popovic fue el mejor del equipo en valoración, pero tampoco echemos las campanas al vuelo porque su aportación llegó en el último cuarto con el encuentro absolutamente decidido. En el último periodo anotó 10 puntos de los quince que firmó.
Habrá que ver si Hasbrouck está operativo para el próximo domingo, porque si es así, creo que veremos a Popovic repartiéndose minutos con Llompart y jugando con un perímetro formado por Stojic, Urtasun y Hasbrouck.
A pesar de todo el Meridiano Alicante "ganó" los otros dos partidos que "jugaba". Menorca perdió ante el Regal FCB un partido que dominó durante bastante tiempo y Granada cayó ante un Estudiantes que no pudo resolver hasta los últimos minutos.
Visto lo visto, lo más positivo es que queda una jornada menos de liga y que mantenemos la renta sobre el descenso. Ahora a rezar por ir recuperando piezas y porque la lesión de Rancik suponga el mínimo tiempo de baja posible.
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