Pensando en un futuro sin Kyle Singler

Tras las últimas reuniones entre los dueños de las franquicias y el sindicato de jugadores NBA la mayoría de fuentes apuntan a que el final del cierre patronal estaría a punto de ser una realidad. Se están llegando a acuerdos en los sistemas de contratación y salarios, pero todavía falta por abordar el punto más delicado y problemático, el reparto de beneficios, que se abordará en la siguiente y decisiva reunión.

La hipótesis más optimista apunta a que se pueda cerrar el acuerdo durante este fin de semana, de manera que la NBA arrancaría a primeros de diciembre y podría dar tiempo ha jugar los 82 partidos de la liga regular.

Esto supondría que si Kyle Singler recibe (y acepta) un contrato garantizado por Detroit Pistons se tendría que incorporar a mediados de noviembre a su nuevo equipo, con lo que estaríamos hablando de que podría disputar dos o tres partidos más con el Lucentum (ante Obradoiro, Gran Canaria y, con suerte, ante Caja Laboral el 13 de noviembre).

Conseguir que siguiera en Alicante es una misión casi imposible. Económicamente el Lucentum no se podría acercar a igualar la oferta de Detroit, y deportivamente, aunque aquí seguro que dispondrá de más minutos y de la posibilidad de liderar al equipo y hacerse un nombre importante (para volver a la NBA o para tener un futuro en Europa), lo cierto es que ya retrasó su llegada a la NBA un año, decidiendo acabar sus estudios, y no creo que quiera retrasarla otra vez y arriesgarse a que se le escape una oportunidad única y que se merece.

Nos entra a todos el miedo en el cuerpo al pensar en la marcha de Kyle Singler, pero tenemos que ser conscientes de que era algo que tendría que pasar tarde o temprano. Si al final llega a disputar 7 partidos y nos deja con 5 o 6 victorias habríamos amortizado de sobra la inversión y el riesgo asumido apostando por Singler.

La marcha de Singler será difícil de suplir, más allá de porque no encontraremos a un jugador de su nivel, lo más complicado será encontrar un jugador que cumpla el perfil que necesitaremos para cubrir su hueco. Nada fácil, porque necesitaríamos a un alero con capacidad ofensiva, pero con la marcha de Singler queda tocado también nuestro juego interior, ya que la primera rotación pasaría a ser Mohammed Kone, con la consiguiente pérdida de poder anotador.

De hecho, el club necesitaría dos piezas para cubrir realmente el hueco que nos va a dejar Singler, si se marcha. Eso hará que pasemos algunas jornadas de transición para adaptar y acoplar al equipo a esa nueva situación. Cambios de roles y de responsabilidades. In Txus we trust.

De todas formas, tenemos ante nosotros una situación novedosa. El club está "acostumbrado" a tener malos arranques y jugadores que no aportan lo esperado y que hacen que nos veamos obligados a cortarlos a mitad de liga, teniendo que acertar en el recambio para que el equipo retome una dinámica positiva. Os dejo algunos ejemplos:

Temporada 2010-11: Se marcha Erdogan y cortamos a Sow. Llegan Hasbrouck y Rancik. Jornada 10 con 1-9 en la clasificación.

Temporada 2009-10: Cortamos a Mario Austin en la jornada 17 con 6-11 en el casillero.

Temporada 2005-06: Cortamos a Britton Johnsen en la jornada 22 con 7-16 en la tabla.

En este caso se puede marchar nuestro mejor jugador, pero nos va a dejar a un equipo en dinámica positiva (esperemos con cuatro o cinco victorias), con un gran entrenador y con un grupo de jugadores implicados y en buena línea.

Y hay que dar por hecho también que el club estará desde ya trabajando el mercado para encontrar a un jugador que se adecúe a lo que necesitamos. ¿por qué no vamos a encontrar un buen recambio? Además, cuando un equipo está en buena dinámica es más fácil integrarse y sumar.

De momento vamos a esperar acontecimientos, porque los antecedentes nos hacen pensar que las negociaciones por el lockout pueden dar vuelcos en cuestión de horas, eso sí, hay que estar preparados para todas las hipótesis, y si al final se acaba el cierre patronal y Kyle Singler decide irse a Detroit, espero que de tiempo a darle la despedida que se merece.

No le demos vueltas, sigamos disfrutando. Es nuestro momento.