Con la derrota ante River Andorra se cerraba una vuelta completa para Rubén Perelló. Trece partidos al frente del Lucentum y un balance de 9 victorias y 4 derrotas. Este domingo volverá a tener enfrente a Ford Burgos, el equipo ante el que debutó el pasado 26 de octubre consiguiendo una victoria de prestigio ante el equipo dirigido por su anterior "jefe" Andreu Casadevall.
La era Perelló comenzaba de la mejor manera posible, con victorias en dos canchas complicadas como son Burgos y Lugo y con una victoria solvente en su debut en el CT ante Lobe Huesca. Esas tres victorias fueron sus credenciales para ganarse la renovación y la confianza del club hasta final de temporada.
El hecho de que los jugadores le arroparan fue fundamental. La serie de cinco victorias consecutivas dejaba claro que el vestuario necesitaba un cambio y que con Berrocal el ambiente estaba algo enrarecido. El equipo mejoraba en defensa, en intensidad y cerraba filas con el nuevo entrenador. Todo iba en línea positiva.
La serie de triunfos se elevaba hasta los cinco consecutivos tras vencer en Lleida y ante Melilla. El "Efecto Perelló" parecía haberse convertido en el revulsivo del equipo pero en Ourense llegó el frenazo. El equipo empezaba a enlazar derrotas a domicilio con victorias en casa. Hasta tres derrotas (Ourense, Navarra y Cáceres) que tenían denominadores comunes como los malos comienzos de encuentro, la falta de consistencia en el juego y el hecho de que algunos jugadores no acababan de rendir al nivel esperado.
Burgos y Andorra no fallaban. El Lucentum llegaba al encuentro clave ante River Andorra después de enlazar dos victorias seguidas, pero la derrota en el principado nos deja casi sin opciones de ascenso directo.
Rubén Perelló se encuentra con la misión de hacer que el equipo empiece una línea ascendente de trabajo y de forma para llegar a los Playoff en la mejor situación posible a todos los niveles. Un reto difícil para un entrenador debutante, pero también una oportunidad inmejorable para demostrar si es capaz de hacer crecer a un equipo que, nombre por nombre, está llamado a luchar hasta el final por el ascenso.
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