Foto: Jose Fco. Martínez |
Tenía que llegar. Era inevitable que la derrota nos llegara. Todos los rivales nos han puesto las cosas complicadas en estas últimas jornadas pero ayer el HLA Alicante tuvo su peor día de la temporada. La defensa zonal de Marín se nos atascó durante todo el partido y nuestros bases nunca estuvieron cómodos ante un rival que tenía más centímetros en cancha.
Los balones dentro no llegaban con la facilidad habitual y desde el perímetro parecía que el aro se nos hacía pequeño en tiros totalmente liberados.
El rival tuvo en Badmus a un ariete que nos hizo mucho daño en la primera mitad y que dominó el rebote a placer. En la segunda mitad emergió Jordan Gregory para ponerse en modo superstar y matar el partido en momentos complicados.
Para colmo, en el único conato de remontada alicantina, aparecía Romero para meter un triple a tablero que silenciaba a la grada y que nos hacía a todos comprender que había llegado el día de la derrota.
La segunda mitad no fue esta vez nuestro bálsamo curativo. 3/15 en tiro de 2. 5/20 triples. Conde firmó un 1/7 en tiro de 2, Larsson 1/6... Garrido un 2 de 11 en triples. Se fallaban tiros forzados y tiros librados. No fue nuestro día y, además, nuestro rival lo supo leer y gestionar bien. Enhorabuena también para ellos.
El esfuerzo, la intensidad y las ganas de querer hacer las cosas bien estuvieron ahí, como siempre, y mientras eso sea así no podemos perder ni un ápice de confianza en este equipo. Como ha dicho Pedro Rivero en redes sociales tras el partido: "A mi estos tíos me representan". A mi también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario