El Carramimbre CBC Valladolid y el Delteco Gipuzkoa Basket fueron designados por la FEB como equipos con derecho al ascenso a la ACB tras no disputarse finalmente la Fase de ascenso que se planteó.
Ha pasado casi un mes y ambos clubes se encuentran ahora en una 'tierra de nadie' que complica cualquier tipo de planificación para el futuro de ambos equipos.
Después de semanas donde la ACB no les ha hecho mucho caso, finalmente han recibido una misiva en la que la ACB les ha manifestado los requisitos y exigencias que deben cumplir antes del 30 de junio si quieren optar a ser equipos de Liga Endesa la próxima temporada.
En ese documento, la ACB incluye una frase que inquieta a ambos clubes: "la presente comunicación no constituye reconocimiento de derecho alguno a favor de este club (CBC Valladolid). Por tanto ACB podría ejercer las acciones que estime oportunas en defensa de la integridad de su competición". Esto deja entrever que, aunque ambos clubes inviertan los más de 10.000 euros que cuesta la auditoría externa podrían quedar fuera de la ACB si luego en la Asamblea no lo aprueban dos tercios de los socios ACB.
Las condiciones económicas se han incrementado con respecto a los últimos años y quedan así:
-Presupuesto mínimo de 2.5 millones de euros.
-Valor participativo de 1.9 millones a pagar en cuatro años.
-Superar una auditoría externa (coste mayor de 10000 euros).
-Ser SAD o iniciar los trámites (coste de 100.000 euros iniciales)
Así las cosas, los clubes quieren avanzar en esas gestiones, pero tienen a una ACB centrada en su fase final y que no va a poner nada de su parte para facilitar el proceso de los ascensos.
Mientras, pasan las semanas y los clubes tienen que resolver la vinculación de sus jugadores, ofrecer renovaciones o pensar en fichajes sin saber todavía en qué categoría o con qué presupuesto van a contar.
En el caso de Carramimbre CBC Valladolid el primer problema que se les plantea es la continuidad del entrenador que les ha llevado al ascenso. Hugo López cuenta con ofertas de otros equipos y tiene que tomar la decisión esta semana, mientras que está a la espera de la propuesta que pueda hacer el club pucelano, una oferta que tendría dos vertientes en función de los escenarios que se puedan dar. Lo cual complica la continuidad del técnico.
Y a todo esto hay que sumar lo complicado que puede ser encontrar apoyos públicos y/o privados en estos tiempos complicados a todos los niveles.
Al final, queda abierta también la opción de la batalla administrativa-judicial. Aquí entraría en juego la FEB y la mediación del CSD para interpretar el convenio de colaboración ACB-FEB que es el que ampara que haya dos ascensos. Y ni siquiera eso asegura que pueda poner fin al conflicto, con lo que podemos entrar en una demora mayor, en la posible solicitud de medidas cautelares y entrar en un escenario que es difícil de prever.
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