Hoy se cumplen dos meses del ascenso a la ACB y han sido dos meses intensos aunque cada uno por una motivo distinto, si el mes de junio el objetivo fue conseguir solventar las formalidades económicas que exige la ACB, el mes de julio ha estado plagado de rumores sobre las posibles incorporaciones y la composición de la plantilla para la próxima temporada.
Tras el fichaje de Gélabale la situación queda de la siguiente manera:
En la dirección de juego se ha ejercido el derecho a la renovación de los dos bases de la temporada pasada, Llompart y Berni Hernández, ya que son de la plena confianza de Óscar Quintana, pero la comisión deportiva del Lucentum consideró oportuno reforzar esa posición y tras sonar nombres como Marcus Norris o Kristaps Valters, el elegido finalmente fue Vule Avdalovic que había quedado desvinculado de Pamesa Valencia y llega a Alicante con la intención de volver a recuperar el protagonismo perdido tras su grave lesión.
De esta manera el equipo cuenta con tres bases, aunque según se desprende de distintos medios, parece que la intención del club es negociar la salida de Berni Hernández y dejar al equipo con dos bases.
Con la pareja Llompart-Avdalovic el equipo mejora en amenaza ofensiva desde el puesto de base ya que ambos bases tienen buen tiro exterior y además si Avdalovic recupera sus sensaciones es un base de primer nivel para el Lucentum.
El perímetro también ha quedado ya configurado tras la incorporación de Gélabale, que se une al bloque del ascenso (Hill, Urtasun y Cazorla), de esta forma se configura un perímetro polivalente y en el que el peso de la amenaza exterior recaerá en Urtasun y Hill, ya que Gélabale es un alero con otras características, ya que es rápido y puede hacer daño con sus penetraciones y doblando balones fuera. A ellos se une la siempre inestimable y no siempre bien valorada labor de Carlos Cazorla, un tipo que aporta lo que se llaman "intangibles" y que son fundamentales en un equipo.
Va a ser importante ver si Hill y Urtasun aprovechan esta temporada para demostrar que tienen nivel ACB y si se echan el peso anotador del equipo a la espalda, aunque para ello también están acompañados por Avdalovic, un base con capacidad anotadora, algo que no se suele ver por Alicante.
Sobre la incorporación de Gélabale, me quedo con un aspecto que refleja hoy el Diario La Verdad y es el hecho de que ha sido el jugador el que se ha querido comprometer sólo por una temporada, algo que es una clara muestra de que el jugador quiere utilizar su estancia en Alicante como trampolín hacia un gran equipo europeo, a diferencia del caso Digbeu, que firmó mil años con intención de asegurarse la jubilación en Alicante.
Si comparamos con la temporada pasada, el juego exterior es el mismo con la única diferencia de cambiar a Weigand por Gélabale. Dos jugadores de un corte similar (aleros altos, atléticos y con capacidad reboteadora), pero de un nivel obviamente muy diferente, así que en este puesto el equipo mejora sustancialmente su calidad.
El club se centra ahora en la configuración del juego interior, donde ahora mismo sólo tenemos a Jorge García y a Guillermo Rejón, y con ellos tenemos aseguradas la casta, la implicación y deben servir como eje para que el equipo esté unido. A ellos se deben de unir tres piezas más para completar el puzzle lucentino. Una de esas piezas puede ser la continuidad de Martynas Andriuskevicius, y las otras dos serán un extracomunitario de buen nivel y otro interior nacional/comunitario.
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