HLA Alicante: imposible no ilusionarse

Foto: Jose Fco. Martínez

Con el triunfo logrado en Pamplona, el HLA Alicante lograba su decimosexto triunfo consecutivo. Esta racha iguala el record de victorias logrado por el Lucentum en su temporada en Primera Nacional, con Kuko Cruza al frente. 

Sería lógico pensar que las victorias son el mejor aval para que todos nos ilusionemos. Al fin y al cabo, los resultados son los que cuentan cuando uno mira la clasificación. Sin embargo, esta temporada hay algo más. Me impacta la sensación de seguridad que me transmite este equipo. No recuerdo una temporada en la que el Lucentum transmitiese tanta consistencia como este año. 

En casi cada partido estamos viendo como el equipo se encuentra por detrás en el marcador en alguna fase del partido. Hemos visto desventajas que han superado los 15 tantos en varios partidos, pero siempre he tenido la sensación de que era cuestión de tiempo que el equipo encontrase su momento. Y así ha sido en cada partido. 

Desatar la euforia puede hacernos pecar de triunfalistas. Está claro que hay que tener los pies en el suelo (sobre todo los jugadores y los técnicos) porque a pesar de nuestra racha seguimos teniendo a Villarrobledo pisándonos los talones. 

Sin embargo, viendo cada partido, viendo la consistencia del equipo, la actitud y el compromiso que transmite la plantilla, se me hace imposible no soñar con celebrar un ascenso dentro de un mes, aproximadamente. Todo lo que no fuera ese ascenso directo me parecería una decepción (aunque nos quedaría el cartucho de una eliminatoria a ida-vuelta).

Los partidos del Lucentum tienen un denominador común que no falla nunca: defensa, actitud, compromiso del equipo. A partir de ahí, nuestros rivales nos lo ponen difícil y nos llegan a ahogar en ataque en algunas fases. Si a esto se suma las fases de acierto que tienen los rivales es donde aparecen las desventajas en el marcador. Pero el acierto ofensivo rival no suele durar los 40 minutos (y cuando afloja llega nuestro momento). Viendo el guion de los últimos partidos, parece que la única forma de que llegue la derrota es encontrar un rival que pueda mantener un elevado nivel de acierto durante los 40 minutos.

Son cinco años en LEB Plata, y ahora el equipo está en su mejor momento. Es imposible no ilusionarse. Es imposible no soñar con celebrar un ascenso (ojalá que en casa) y volver a regalarnos un día de euforia desatada. 

Que sí, que dos malos días pueden acabar con todo. Pero aquí seguimos sumando victorias, remontando partidos, respondiendo ante todo tipo de rivales, en casa y fuera. Es obligado ilusionarse. 

Ahora llegan dos partidos seguidos en casa. Dos partidos de esos en los que llevas toda la semana pensando en el viernes para ver ese pabellón cada vez con más ambiente, con más colorido, con más bufandas, con más gente cantando con la Kali, con más ILUSIÓN.

Una ilusión que es el premio para todos los que están dejando su esfuerzo en estos últimos años. En muchos casos, son los mismos que también han sufrido las críticas, los sinsabores y los que se han tenido que enfrentar con muchas resistencias. 

Tengamos los pies en el suelo, sí. Pero, al fin y al cabo es la ILUSIÓN la que mueve y hace crecer los proyectos y este año se ha devuelto la ilusión a la grada. Algo que durante años parecía casi imposible, por mucho esfuerzo que se hiciera. 

Disfrutemos.