Pero en este artículo quiero poner el foco en una de las claves del éxito del equipo. Seguramente una de las piezas más importantes. Pedro Rivero está demostrando su valía como entrenador en su temporada de debut. Más allá de si al final ascendemos o no, quiero dedicarle un artículo para valorar su trabajo ahora, antes de que se obtenga (ojalá) el merecido colofón del ascenso. Porque si tenemos la desgracia de no ascender, eso no podrá empañar ya el buen trabajo realizado.
En los últimos minutos del partido de ayer vimos en el Pedro Ferrándiz algo poco habitual en las gradas. Todo el pabellón vitoreando el nombre del entrenador de su equipo. Creo que toda la afición entiende la importancia que tiene el trabajo de Rivero, y por extensión de todo el cuerpo técnico, en el éxito del equipo.
Aunque ya no nos acordemos, no todo han sido alegrías este año. Justo hace 6 meses, el equipo perdía en Azuqueca su segundo partido de la temporada. El balance del equipo era 2-2 y las sensaciones generaban dudas en el entorno. Se leyeron críticas en los medios, se leyó que con esa plantilla el equipo no iba a lograr el ascenso, que el equipo no funcionaba... Como muestra, aquí tenéis la rueda de prensa de Pedro Rivero tras esa derrota asumiendo él toda la responsabilidad. Unas declaraciones en las que no hacía ninguna mención concreta a ningún jugador. Creo que eso habla muy bien de Rivero como entrenador, además estoy seguro que su larga trayectoria como jugador le hace saber gestionar mejor esas situaciones.
La temporada siguió y Pedro Rivero siguió trabajando. El equipo hizo cambios, llegaron jugadores como Pitts y Larsson, que se adaptaron fenomenalmente al grupo, lo que habla bien del ambiente y de la gestión de grupo que hace el cuerpo técnico.
En momentos puntuales hemos visto reprimendas a jugadores. Recuerdo una tremenda bronca a Galán en un partido. Resultado: Alex Galán ha crecido como jugador esta temporada. También hemos visto como Kingsley acabó quedando fuera de la rotación y sin jugar durante muchos partidos. Resultado: ayer volvió a tener minutos y demostró que es pieza de este equipo y que su trabajo es valorado por el entrenador con gestos como el de ayer. Y, en general, se puede decir que la mayoría de jugadores han crecido a lo largo de la temporada. Galán, Ortega, Pitts, Schmidt... son jugadores que han ido de menos a más y eso se cimenta en el trabajo del cuerpo técnico.
En este tiempo de muchas alegrías y victorias han habido también partidos que se han complicado mucho. Hemos tenido que levantar situaciones adversas y el equipo ha demostrado siempre una fortaleza mental que ha hecho que la afición nunca tenga la sensación de que un partido no se va a poder levantar. Esa sensación no se recordaba en Alicante. Otro fruto más del trabajo de la semana y de una temporada entera.
En este tiempo de muchas alegrías y victorias han habido también partidos que se han complicado mucho. Hemos tenido que levantar situaciones adversas y el equipo ha demostrado siempre una fortaleza mental que ha hecho que la afición nunca tenga la sensación de que un partido no se va a poder levantar. Esa sensación no se recordaba en Alicante. Otro fruto más del trabajo de la semana y de una temporada entera.
Ayer, seis meses después de aquella rueda de prensa en Azuqueca, vimos a un Pedro Rivero satisfecho con su equipo. Fruto del trabajo bien hecho.
Más allá de su labor como técnico hay que destacar la discreción de Rivero. No es habitual verle o escucharle en los medios durante la temporada. De hecho se retiró de Twitter, cerrando su cuenta. No ha asumido nunca un protagonismo por encima de los jugadores y está demostrando que estaba más que preparado para asumir el reto de dar el salto de la cancha al banquillo.
En el partido de ayer vimos un gesto que habla también de sus valores profesionales. Con el equipo ganando por treinta puntos decidió solicitar un tiempo muerto a falta de cinco minutos porque la intensidad del equipo estaba bajando y, antes de hacerlo, tuvo un gesto de respeto hacia el entrenador rival como explicándole el motivo del tiempo muerto, algo que Saulo Hernández entendió. Tal y como explica en el vídeo anterior, el motivo era hacer ver a sus jugadores que si jugaban al 40% corrían el riesgo de lesionarse y que había que respetar al rival.
Pedro Rivero ha propuesto este año un modelo que no se recordaba en Alicante. Una composición de plantilla donde todos los jugadores interiores juegan cerca del aro. Desde el inicio puso su impronta en el estilo de juego que quería, en colaboración con la dirección técnica del club, obviamente. El tiempo ha demostrado que se acertó y que se ha sabido hacer evolucionar al equipo desde esos principios. Rebote, defensa e intensidad como base del crecimiento de un equipo en el que también se ha acertado en la componente humana, viendo la unidad del bloque.
Pedro Rivero ha propuesto este año un modelo que no se recordaba en Alicante. Una composición de plantilla donde todos los jugadores interiores juegan cerca del aro. Desde el inicio puso su impronta en el estilo de juego que quería, en colaboración con la dirección técnica del club, obviamente. El tiempo ha demostrado que se acertó y que se ha sabido hacer evolucionar al equipo desde esos principios. Rebote, defensa e intensidad como base del crecimiento de un equipo en el que también se ha acertado en la componente humana, viendo la unidad del bloque.
No sabemos lo que pasará en unas semanas o unos meses. Ojalá ascendamos y Pedro Rivero pueda seguir al frente del equipo, porque creo que su labor, su profesionalidad y sus valores hacen que sea un lujo poder siguiendo con él en el banquillo. En caso de que no siguiera, solo nos quedaría agradecerle su compromiso, profesionalidad y buen trabajo en Alicante. Rivero ya es historia del Lucentum... ojalá se convierta en leyenda del Lucentum sellando su ascenso y firmando una larga trayectoria de crecimiento con el club.
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