Tras la derrota que sufrió el HLA Alicante ante Oviedo pudimos escuchar a un Pedro Rivero que se mostraba satisfecho con que el equipo recuperara su espíritu pero también se lamentaba de que no acaban de encontrar el acierto que necesitan.
En el tramo final de la rueda de prensa, Pedro Rivero hizo una defensa de Justin Pitts que se notaba que tenía ganas de hacer. Aunque puso el foco en Pitts, creo que se trataba también de salir en defensa de todo el equipo y para trasladar un mensaje de confianza para todos los jugadores.
Después de ver esas declaraciones y de su mensaje de apoyo a Justin Pitts me han venido a la mente otro par de gestos que Rivero ha tenido con Justin Pitts en las temporadas que lleva en Alicante.
El primero nos lleva a mayo de 2019, partido en el que Justin Pitts lideró al equipo en el triunfo ante Navarra que nos dio el soñado ascenso a LEB Oro. Cuando el partido estaba decidido y el ascenso ya asegurado, Pedro Rivero decidió sustituir a Justin Pitts en los instantes finales y tuvo un bonito gesto diciéndole a Pitts que se fuera al centro de la cancha para que en el momento de la sustitución tuviera el tiempo suficiente para que el pabellón se pusiera en pie para reconocer su gran labor:
El otro momento que me viene a la mente es otra rueda de prensa. Fue precisamente en el último partido de la pasada temporada, en Almansa, después de que el equipo encadenar su 9º triunfo consecutivo y con un Justin Pitts que estaba siendo determinante. Pedro Rivero quiso reivindicar el mérito del HLA Alicante apostando en su momento por Justin Pitts y también valorando el mérito de un Justin Pitts que se ganaba día y día todo lo que tenía gracias a su trabajo.
Las declaraciones de ayer de Rivero creo que son un gesto que demuestra la empatía entrenador-equipo de un Pedro Rivero que sabe perfectamente conectar con el sentimiento de los jugadores en estas situaciones. Ojalá pronto vuelva esa confianza que necesita el equipo para recuperar la buena racha de victorias. La actitud y la energía sabemos que la tienen. Nos falta solo un punto de viento a favor para sacar ese resultado que despierte de nuevo a la bestia lucentina.
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