El Lucentum consiguió ayer su decimoquinta victoria de la temporada ante Los Barrios en un partido que comenzó con los dos equipos acertados de cara al aro, que llevaron al final del primer cuarto con un 31-25 a favor del Lucentum, en contraposición con el partido de ida, en el que se impusieron las defensas y el marcador final fue un paupérrimo 52-55.
En el primer cuarto Los Barrios hacía daño con las acciones de Guillén y de Alba, alcanzando un 89% en tiro de dos, mientras que el Lucentum contrarrestaba esa eficacia con un arma nueva, los triples de Berni Hernández, cuatro de cuatro en el primer periodo. El partido discurría a un ritmo endiablado y Los Barrios se colocó con 21-25 en el marcador.
Tras un tiempo muerto de Quintana el Lucentum subió el pistón y con un parcial de 22-0 puso el 43-25 en el ecuador del segundo cuarto con un gran Andriuskevicius que se hizo grande por momentos, y con un Weigand acertado en ataque e intenso en defensa. Los Barrios consiguió entonces poner freno a la dinámica Lucentum y llegó al descanso con un 47-36 que dejaba el partido algo más abierto.
Tras el descanso, el Lucentum rotaba a todos sus jugadores y Los Barrios se mantenía entorno a los diez puntos de desventaja, aunque tras una serie de imprecisiones alicantinas consiguió acercarse hasta los siete puntos de desventaja, gracias al acierto de Schraeder que anotó cuatro triples en el tercer cuarto. A pesar de eso, el Lucentum no dejó que cundiera el pánico y con un Llompart magistral en la dirección, y con la entrega de Rejón y compañía, volvió a abrir brecha y llegó a marcar una ventaja de 24 puntos a falta de tres minutos, cerrando así el partido.
Los Barrios no pudo ya hacer nada más y con Guillén y Schraeder no fueron suficientes argumentos para llevarse algo positivo de Alicante ante un Lucentum que volvió a demostrar que tiene una profundidad de banquillo tremenda y que a pesar de la poca aportación de Hill o Urtasun, aparecieron otros recursos como Weigand o el propio Berni con un 6 de 6 en triples espectacular.
Lucentum abre hueco en cabeza aprovechando el pinchazo del Melilla en casa ante el Bàsquet Mallorco y se planta en la Copa Príncipe con la moral por las nubes que dan las victorias conseguidas en las últimas jornadas.
En el primer cuarto Los Barrios hacía daño con las acciones de Guillén y de Alba, alcanzando un 89% en tiro de dos, mientras que el Lucentum contrarrestaba esa eficacia con un arma nueva, los triples de Berni Hernández, cuatro de cuatro en el primer periodo. El partido discurría a un ritmo endiablado y Los Barrios se colocó con 21-25 en el marcador.
Tras un tiempo muerto de Quintana el Lucentum subió el pistón y con un parcial de 22-0 puso el 43-25 en el ecuador del segundo cuarto con un gran Andriuskevicius que se hizo grande por momentos, y con un Weigand acertado en ataque e intenso en defensa. Los Barrios consiguió entonces poner freno a la dinámica Lucentum y llegó al descanso con un 47-36 que dejaba el partido algo más abierto.
Tras el descanso, el Lucentum rotaba a todos sus jugadores y Los Barrios se mantenía entorno a los diez puntos de desventaja, aunque tras una serie de imprecisiones alicantinas consiguió acercarse hasta los siete puntos de desventaja, gracias al acierto de Schraeder que anotó cuatro triples en el tercer cuarto. A pesar de eso, el Lucentum no dejó que cundiera el pánico y con un Llompart magistral en la dirección, y con la entrega de Rejón y compañía, volvió a abrir brecha y llegó a marcar una ventaja de 24 puntos a falta de tres minutos, cerrando así el partido.
Los Barrios no pudo ya hacer nada más y con Guillén y Schraeder no fueron suficientes argumentos para llevarse algo positivo de Alicante ante un Lucentum que volvió a demostrar que tiene una profundidad de banquillo tremenda y que a pesar de la poca aportación de Hill o Urtasun, aparecieron otros recursos como Weigand o el propio Berni con un 6 de 6 en triples espectacular.
Lucentum abre hueco en cabeza aprovechando el pinchazo del Melilla en casa ante el Bàsquet Mallorco y se planta en la Copa Príncipe con la moral por las nubes que dan las victorias conseguidas en las últimas jornadas.
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