
Cuando todavĆa queda en la retina de los que estuvimos el miĆ©rcoles en el Centro de Tecnificación la triste imagen que ofreció el Lucentum, nos encontramos ya con una nueva jornada, una jornada para vivir con mucha mĆ”s tranquilidad que las jornadas anteriores, donde siempre habĆa sensación de jugar finales.
Tranquilidad porque el mal menor estĆ” garantizado y no peligra, ya que es la segunda plaza ganada en la Copa PrĆncipe, que al menos nos garantiza el factor cancha y un cruce relativamente asequible.
Hace casi dos meses algunos hacĆan cuentas de cuando celebrarĆamos el ascenso, otros eran prudentes dentro del triunfalismo que daba ver una clasificación con un colchón de tres victorias sobre los perseguidores, pero muy pocos podĆan imaginar el vuelco que nos depararĆan las siguientes jornadas, dejando al Lucentum casi fuera de la lucha por el ascenso directo, !a cinco jornadas del final!.
Esta semana el partido ante Burgos no sé como definirlo, si de transición, de penitencia, lo que estÔ claro es que este equipo estÔ en crisis y Burgos no parece el mejor sitio para salir de ella.
El debate sobre la continuidad de Ćscar Quintana ha saltado a todos los medios, foros y se comenta entre los aficionados, y aunque desde la directiva se escurre el bulto de momento, lo que estĆ” claro es que estas dinĆ”micas llevan casi siempre al mismo final, y una derrota en Burgos puede ser el desencadenante de la destitución de Quintana en busca de un revulsivo, repitiĆ©ndose asĆ lo que sucedió el aƱo pasado, pero con Quintana en un papel muy distinto.
El año pasado no dio como resultado el ascenso, pero sà que sirvió para que la afición recuperara el aliento en el tramo final.
Cambiar al tĆ©cnico supondrĆa un gasto adicional que nunca vendrĆa bien a las poco boyantes arcas lucentinas, pero lo que parece claro es que hace falta algo que cambie la dinĆ”mica del equipo y si Quintana no es capaz de hacerlo habrĆ” que buscar soluciones.
Mientras tanto la liga seguirÔ, Valladolid recibe a Tenerife y Melilla viaja a León, pero para qué esperar errores ajenos y a "que suene la flauta" como dice Quintana, si somos nosotros los que tiramos por la borda nuestras opciones.
Tranquilidad porque el mal menor estĆ” garantizado y no peligra, ya que es la segunda plaza ganada en la Copa PrĆncipe, que al menos nos garantiza el factor cancha y un cruce relativamente asequible.
Hace casi dos meses algunos hacĆan cuentas de cuando celebrarĆamos el ascenso, otros eran prudentes dentro del triunfalismo que daba ver una clasificación con un colchón de tres victorias sobre los perseguidores, pero muy pocos podĆan imaginar el vuelco que nos depararĆan las siguientes jornadas, dejando al Lucentum casi fuera de la lucha por el ascenso directo, !a cinco jornadas del final!.
Esta semana el partido ante Burgos no sé como definirlo, si de transición, de penitencia, lo que estÔ claro es que este equipo estÔ en crisis y Burgos no parece el mejor sitio para salir de ella.
El debate sobre la continuidad de Ćscar Quintana ha saltado a todos los medios, foros y se comenta entre los aficionados, y aunque desde la directiva se escurre el bulto de momento, lo que estĆ” claro es que estas dinĆ”micas llevan casi siempre al mismo final, y una derrota en Burgos puede ser el desencadenante de la destitución de Quintana en busca de un revulsivo, repitiĆ©ndose asĆ lo que sucedió el aƱo pasado, pero con Quintana en un papel muy distinto.
El año pasado no dio como resultado el ascenso, pero sà que sirvió para que la afición recuperara el aliento en el tramo final.
Cambiar al tĆ©cnico supondrĆa un gasto adicional que nunca vendrĆa bien a las poco boyantes arcas lucentinas, pero lo que parece claro es que hace falta algo que cambie la dinĆ”mica del equipo y si Quintana no es capaz de hacerlo habrĆ” que buscar soluciones.
Mientras tanto la liga seguirÔ, Valladolid recibe a Tenerife y Melilla viaja a León, pero para qué esperar errores ajenos y a "que suene la flauta" como dice Quintana, si somos nosotros los que tiramos por la borda nuestras opciones.
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