Albert Sàbat anotaba ayer siete triples ante River Andorra
en el segundo partido de la final por el ascenso a ACB. Triples llenos de
confianza, desde siete o desde ocho metros. Me han recordado a la mágica noche
del 2 de junio de 2000 en la que otro base, con el mismo 6 en el dorsal, y
llamado David Gil, anotaba un triple detrás de otro para remontar ante CapraboLleida y para darnos nuestro primer ascenso a la ACB.
La historia, siempre caprichosa, parece que quiere enlazar
esta final ante River Andorra con aquel inolvidable primer ascenso en 2000. Si
el Lucentum vence este viernes en el Centro de Tecnificación, tendrá la ocasión
de firmar otro ascenso en el 13º aniversario del primer ascenso. Encrucijadas y
caprichos de la historia.
Viendo el vídeo, se me ponen los pelos como escarpias de
pensar en volver a ver el Centro de Tecnificación abarrotado y vibrando con
nuestro equipo de baloncesto. Alegrías y días que no se olvidan con facilidad y
que seguro que ayudan a que la pregunta que muchos se hacen sobre el futuro
tenga la respuesta que todos deseamos.
De poquito sirve ponernos la venda antes de la herida. ¿Por
qué no disfrutar al máximo de este momento? ¿Por qué no soñar con que el equipo
ascienda en el Centro de Tecnificación? Es el momento de dar un paso al frente
y apoyar a un grupo humano que está dando lo máximo por este club. Jugadores
que aceleran sus recuperaciones por las ganas de ayudar a sus compañeros. Un
equipo que cada día está haciéndolo mejor. Se merecen vivir un ambiente
parecido a aquel mítico 2 de junio de 2000.
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