El año 2022 comienza en la LEB Oro igual que acabó 2021. Se acumulan aplazamientos de partidos y se suceden los anuncios de positivos en los clubes. En el momento que se escribe este artículo ya solo quedan 2 partidos en pie para la jornada de este fin de semana (Palencia-Estudiantes y Lleida-Oviedo).
Se acumulan ya 21 partidos aplazados en apenas 4 jornadas. Algunos van teniendo fechas previstas, pero también sufren nuevos aplazamientos ante el incesante goteo de brotes que surgen como reflejo de la disparada incidencia acumulada que hay actualmente en el país.
Esta situación genera unos problemas importantes a varios niveles. En primer lugar, los afectados que presentan síntomas (afortunadamente son minoría gracias a las vacunas) tienen que estar de baja y ven afectado su rendimiento. Luego están los periodos de confinamiento de los equipos, que rompen toda la dinámica de trabajo y obliga a los cuerpos técnicos a establecer unas rutinas específicas para esos periodos.
En el plano técnico, el continuo cambio de calendario de partidos impide que se puedan planificar correctamente los enfrentamientos porque nunca se acaba sabiendo el rival al que te vas a enfrentar.
Otro problema importante es la organización de la propia competición. Estamos en un número de aplazamientos que supera lo vivido la temporada pasada. Esto hace casi imposible cumplir con la primera vuelta en plazo para definir los dos equipos que jugarían la Copa Princesa. En este sentido, la FEB mantuvo una reunión con los clubes el pasado miércoles en la que se les informó de unas medidas de flexibilidad para facilitar la disputa de los partidos aplazados.
Estas son las principales puntos a tener en cuenta:
-Se amplía el límite de la primera vuelta hasta el 30 de enero (partidos que afecten a los equipos inmersos en la lucha de la Copa Princesa).
-Los partidos reprogramados no tendrán que seguir el orden de calendario.
-Para los partidos que no se puedan disputar en enero quedan habilitados también las fechas del parón por Copa Princesa y la Ventana FIBA de 24 de febrero.
Estos puntos son un buen punto de partida, pero se acaban viendo afectados también por una pandemia que no acaba de frenar. En especial es complicado acotar qué equipos tienen opciones de jugar la Copa Princesa, ya que con tanto aplazamiento, las opciones matemáticas permiten todavía a muchos equipos tener opciones.
Es esperable que en un plazo de 1-2 semanas los casos desciendan considerablemente y se puede ir volviendo poco a poco a una cierta normalidad, pero mientras tanto estos aplazamientos generan también muchos problemas a los clubes en el sentido de gastos adicionales y también una posible pérdida de ingresos por taquillas ante partidos en jornada intersemanal y ante un calendario tan errático.
Esperemos que el periodo de recuperación de partidos aplazados no genere situaciones de agravios a los equipos afectados y se puedan evitar situaciones como las vividas la temporada pasada con equipos que sufrieron situaciones muy complejas y que al final acaban afectando a la competición.
Siguen siendo tiempos complejos en los que hay muchas cosas que no están bajo control y eso obliga a que todo el mundo tenga que hacer un enorme esfuerzo de adaptación para intentar salir adelante la temporada.
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