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20 abril 2022

El año maldito de los bases en el HLA Alicante



El HLA Alicante está viviendo una temporada en la que parece que las cosas están decididas a salir mal. El equipo no ha logrado encontrar nunca la regularidad y la identidad necesaria para dar lo que se esperaba, pero en las últimas fechas las incidencias se han cebado con el puesto de base.


Lo que está viviendo el equipo esta temporada con el puesto de base no tiene precedentes. El puesto de base ha sido, históricamente, uno de los puntos fuertes y estables de los proyectos alicantinos, pero este año parece que una maldición ha caído sobre nosotros en este aspecto. Si contamos a Guillem Arcos, este año el equipo ha tenido hasta 5 bases. Algo de lo que no hay precedentes en la historia del club.


La plantilla se configuró inicialmente con Pedro Llompart y Carlos Noguerol como pareja de bases, con el apoyo de Guillem Arcos e incluso de Gerel Simons. A pocos días para el inicio de la liga, el equipo sorprendió con el regreso de Justin Pitts. Todo era ilusión por la vuelta del ídolo de la afición, pero también se generaba la incertidumbre sobre los cambios de roles que implicaba la llegada de Pitts en la dirección de juego.


La temporada empezaba con un Pedro Llompart a gran nivel (MVP en la primera jornada), con un Justin Pitts que se hizo con buena parte de los minutos que iba a tener Noguerol pero que no acabó en ningún momento de ofrecer lo que se esperaba de él. 


Llompart sufría el COVID en diciembre y a partir de ahí su nivel físico se resintió y no acabó de encontrar el nivel de comienzo de temporada. Los minutos de respiro que necesitaba el capitán venían de un Pitts que no tenía la cabeza al 100% en el equipo, mientras que Noguerol se lesionaba y estaba unas semanas en el dique seco. 


El cierre del mercado de fichajes nos dejaba la bomba de la salida in extremis de Justin Pitts, que dejaba al club sin apenas maniobra para encontrar un recambio. Llegaba entonces el desconocido Obbie Trotter, con la sensación de que era a lo único a lo que se pudo acceder con el mercado casi cerrado.


La temporada avanzaba y Carlos Noguerol supo encontrar su sitio y ganarse espacio en el equipo y la confianza de Gonzalo. La intensidad y energía del base gallego dieron un plus al equipo en momentos complicados y el equipo parecía haber encontrado el rol ideal de cada base.


Entonces llegaba la lesión de Guillem Arcos tras una caída. Todo parecía apuntar a que la duración de la baja iba a ser larga pero se acortaron los plazos y pudo regresar en apenas dos meses a la cancha. Y menos mal, porque el panorama seguía siendo desolador con un Llompart que arrastraba molestias, con un Noguerol que necesitaba un complemento en la dirección y con un Obbie Trotter en el que Gonzalo no depositaba confianza.


Los últimos capítulos de esta historia vienen con la lesión que va a hacer que Carlos Noguerol ya no pueda disputar ningún partido en lo que queda de temporada, con un Llompart que no viajó a Granada y que arrastra unas preocupantes molestias en el menisco, con un Guillem Arcos obligado a dar un paso al frente en el puesto de base y con un Obie Trotter al que se le dan minutos por necesidad.


Con este panorama cuesta mucho pensar que el equipo esté en condiciones de entrar en Playoff. Solo queda encomendarse a que el equipo se entregue al máximo y que intente sacar partido de los recursos que nos quedan para intentar lograr un objetivo que se complica con el paso de las jornadas.






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