Aquí os dejo enlaces a las crónicas del partido en la prensa zaragozana, donde se hinchan de moral por la gran victoria ante el que era uno de los gallitos de la categoría. Importante impulso moral para los del Curro Segura.
Como si fuera un muñeco de pim, pam, pum, el CAI Zaragoza sometió ayer al Alicante a un castigo durísimo, a un ensañamiento deportivo brutal a base de golpes intimidatorios y sin respuesta: le golpeó el hígado, le golpeó el rostro, descubierto como el de un aprendiz y ensangrentado por la violencia de la paliza, y le dejó tocado el orgullo y muy malherida el alma después de condenarle a una derrota severísima, de avasallarle. Lo que se esperaba que fuera un combate de altura, se quedó en una simple pelea entre un peso pesado y un peso pluma. No hubo partido. No lo hubo por la exhibición defensiva del equipo de Segura, que le tejió una trampa a su rival con una preparación del encuentro magistral, especialmente con un recital de defensas alternativas
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