
La visita del Melilla debe suponer una nueva victoria sĆ o sĆ, y a ser posible sin demasiado sufrimiento. Melilla sólo ha ganado 1 partido de los Ćŗltimos siete y si queremos seguir luchando por el liderato final, el margen de error es mĆnimo.
El juego de nuestro rival pasa sobretodo por Gloger y Southall, que asumen gran parte de la responsabilidad, sin olvidarnos de Diego Ciorciari en la dirección.
NOTICIA EN LA VERDAD:
El primer obstÔculo para el Lucentum en esta segunda vuelta serÔ Melilla, un conjunto que visitarÔ el domingo el Centro de Tecnificación inmerso en una dinÔmica desconcertante de resultados.
El plantel de Paco Olmos, uno de los mÔs modestos de la LEB, ha firmado sólo una victoria en los últimos siete partidos. Es undécimo en la clasificación y dispone de un colchón de tres triunfos con respecto a los puestos de descenso, que ahora ocupan Bà squetinca y La Palma.
La presión les afecta sobremanera, circunstancia que explica el extraƱo rĆ©cord que atesoran. Juegan mejor en la PenĆnsula IbĆ©rica que en Ćfrica. De las siete victorias que registra su casillero, cuatro se han producido a domicilio (Los Barrios, Palma de Mallorca, Lleida y Burgos).
Han caĆdo en todos los enfrentamientos contra franquicias de la parte alta, generalmente de manera holgada. Esto quiere decir que el Lucentum, que ya superó al Melilla en la primera vuelta (61-77), no deberĆa fallar en el arranque de la segunda.
El trabajo de Olmos no acaba de dar resultados: «Algunos jugadores que en temporadas pasadas hicieron grandes campaƱas, no lo han igualado aquĆ en lo que llevamos de liga; y ya no hay excusas, son muchos los partidos disputados y necesitan dar un paso adelante, todavĆa quedan cuatro meses de competición», asegura el tĆ©cnico.
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