Tres partidos, tres derrotas. ¿Nos ponemos nerviosos? ¿Hay que tener paciencia? Es como todo, depende del cristal con el que lo queramos mirar.
Ver al equipo como colista no genera ninguna tranquilidad, aunque mirando el calendario (salidas a Vitoria y Sevilla y Fuenla en casa), no nos habría extrañado estar al menos 1-2. Lo que no entraba en los planes eran las sensaciones que ha dejado el equipo en estos encuentros.
La derrota en Vitoria entraba en las cuentas, pero no el perder por 45 puntos, después de anotar 30 puntos en los últimos tres cuartos.
El partido ante Fuenlabrada se preveía difícil e igualado ante un rival directo, y aunque la derrota puede suceder, es muy doloroso ver como se dilapidan 19 puntos de ventaja y como en la segunda mitad el parcial es 27-50.
Ante Cajasol, más de lo mismo, derrota ante un rival que no dio una buena cara, pero que tampoco necesitó mucho para superarnos. Inoperancia ofensiva, de nuevo por debajo de los 50 puntos.
La lesión de Heurtel está claro que ha alterado mucho la dinámica del juego, se había convertido en el base más importante en la pretemporada y de buenas a primeras, a falta de una semana se tuvo que cambiar todo. Con su regreso esperemos que el equipo encuentre una mayor claridad en ataque.
Otro aspecto que no genera optimismo es la actuación de la pareja Doellman-Andriuskevicius, los dos interiores llamados a llevar el peso ofensivo del equipo y que han "desaparecido" literalmente, dejando a Pape Sow como referente ofensivo único. Mala cosa.
El tema de Doellman es preocupante, porque después de su gran pretemporada, donde mostró mucha regularidad en su juego, ha desaparecido con el comienzo liguero y se le ve que no encuentra sus tiros con facilidad, va algo despistado en los bloqueos y está perdiendo día a día confianza en su juego.
Andriuskevicius es harina de otro costal, ha llegado del Mundobasket fuera de forma, tanto física como mental, y en los partidos se le ve a veces más preocupado de quejarse de faltas y de la actuación de los árbitros, que de estar más sólido en el rebote y activo en ataque.
Buscar optimismo es complicado, la lesión de Stojic echa más tierra encima del ánimo general, pero bueno siempre nos queda el famoso refrán "mal de muchos, ...", porque mirando la clasificación vemos a tres equipos más con ninguna victoria, y otros cuatro con 1-2 en su casillero. Entre los que tenemos a nuestro próximo rival, Menorca Basquet. De manera que una victoria el próximo domingo nos dejará casi fuera de la zona de descenso.
Erdogan y Sow están siendo los únicos que están dejando un buen sabor de boca, le están echando ganas y están asumiendo la responsabilidad que otros no asumen, pero no son suficientes argumentos como para salvar al equipo. Es clave que la dirección de juego encuentre estabilidad, esperemos que Heurtel nos sorprenda en positivo, con una buena adaptación (miedo me da que sufra el mismo problema que Doellman, porque ambos vienen de la misma liga, la francesa, donde el ritmo de juego es muy muy distinto). Estoy convencido de que si Heurtel da el nivel, el propio Pedro Llompart mejorará su rendimiento y esto puede producir un efecto en cadena positivo para el juego.
Al fin y al cabo se trata de dejar a dos equipos por detrás y la liga es muy larga. Esperemos que el equipo haya aprendido del partido de Fuenlabrada y consiga mantener un nivel constante durante los cuarenta minutos y podamos arrancar ante Menorca la primera victoria y eliminar un poco el pesimismo que empieza a reinar.
Al fin y al cabo se trata de dejar a dos equipos por detrás y la liga es muy larga. Esperemos que el equipo haya aprendido del partido de Fuenlabrada y consiga mantener un nivel constante durante los cuarenta minutos y podamos arrancar ante Menorca la primera victoria y eliminar un poco el pesimismo que empieza a reinar.
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