El largo y duro periodo sin basket está a punto de llegar a su fin. Hace cuatro meses estábamos preparando los Playoff ACB. Hace tres meses el Lucentum luchaba por la supervivencia y el fantasma de la desaparición estaba cerca. Hace dos meses tomaba forma la opción de seguir vivos en Adecco Oro a cambio de perder la plaza ACB. Y hace un mes presentábamos a nuestro primer jugador de este nuevo proyecto. Veranito intenso el que hemos vivido.
Durante varios años, desde nuestro último ascenso allá por 2009, siempre he pensado que un descenso (deportivo) a LEB supondría la más que probable desaparición del club, con la pérdida de masa social que conlleva ese descenso y la mayor dificultad que habría para captar recursos.
Pero el Lucentum se empeña en ser un club especial. Diferente. Con el descenso "administrativo" que hemos vivido no se ha producido esa desafección que suele producir la pérdida de una categoría, al contrario, la gente ha asumido que ese descenso era un "mal menor" y una via de supervivencia. A esto hay que añadirle el hecho de que desde el club se ha construido un proyecto que ilusiona, que deja la sensación de que se va a competir por estar arriba, dentro de las limitaciones económicas que nos rodean.
La Campaña de Abonos parece que va bien. Unos medios apuntaban a 2100 abonados ya (más que en ACB). Yo creo que tal vez esa cifra sea exagerada, pero sí que creo que se va a buen ritmo y que se puede llegar a conseguir ese simbólico hito que sería el hecho de tener más abonados en LEB que en ACB. Los precios, las nuevas condiciones del abono familiar, el partido ante el Real Madrid, los descuentos e incluso el slogan han hecho que la campaña sea atractiva.
Los que hoy vayan al Centro de Tecnificación vivirán todavía un ambiente casi de ACB. El rival, los 3000 o 4000 espectadores que habrán y el recuerdo de los Playoff todavía nos dejarán esa imagen de ACB en las retinas. Es el preludio a una temporada en la que vamos a paladear cada partido porque sabemos lo cerca que hemos estado de perderlo todo.
¿Objetivo? Ver que nuestro equipo lo dé todo en la cancha, que conecten con la grada, que compitan hasta el final y que den el 100%. Si ese 100% nos lleva a quedar 4º y no ascender, me daré por satisfecho.
El ascenso he de reconocer que me da miedo. Si hace dos meses no se consiguieron los apoyos, ¿se conseguirán dentro de un año? Muchas dudas. Pero ahora no hay que pensar en eso.
El Lucentum es como un gato, tenemos siete vidas. Lo que no sé es cuántas nos quedan... como mucho tres o cuatro. #VamosLucentum
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