Mucho hemos hablado y se ha discutido sobre el error arbitral que ayer nos costó la derrota ante Cáceres. La sensación en la cancha fue unánime, la grada, los jugadores del Lucentum corrieron a celebrar el triunfo sin apenas pararse a mirar a los colegiados, algo que puede entrar dentro de la picaresca del deporte, pero es que viendo el vídeo vemos tanto a Morentin como a Robles, jugadores de Cáceres hacer gestos de abatimiento tras ver a menos de un metro de distancia que la canasta era válida lo que es un claro síntoma de que la canasta se percibió como buena.
Tras ver esta mañana las fotos del momento se confirmaba que hubo error pero hasta que no se ve el vídeo que elabora Sandra Vázquez del partido o el otro que os adjunto no hemos podido verificar que el error fue claro y que el balón sale un segundo antes de que se encienda el tablero y que suene la bocina. Un margen que debería ser suficiente para que los árbitros no tuvieran dudas.
El error se puede llegar a entender pero, como he comentado esta mañana, creo que la consulta a la mesa estaba fuera de lugar porque no iban a aportar ningún dato objetivo para aclarar una decisión que compete al dúo arbitral y que como tal deben asumir.
Los arbitrajes en Adecco Oro han recibido quejas y críticas durante toda la temporada, desde todos los equipos y creo que casi el 100% de entrenadores ha dejado caer críticas en algún momento de la temporada sobre los arbitrajes. Desgraciadamente, los errores arbitrales perjudican a todos los equipos, pero un error como el de ayer si sucede en una final de Playoff puede tener unas consecuencias tremendas. Ayer quedó la cosa en anécdota, de hecho el Lucentum se vio "beneficiado" porque en caso de victoria nuestro rival hubiera sido Coruña, un rival que el club quería evitar, aunque ese detalle ha cambiado totalmente los enfrentamientos de estos Playoff.
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