El HLA Alicante completaba ayer su juego interior con el fichaje del ala-pívot norteamericano (con pasaporte nigeriano) Patrick Onwenu, que la pasada temporada acabó la temporada en el Arcos Albacete Basket de LEB Plata.
Onwenu (25 años, 2.00m) tuvo una etapa universitaria en la que pasó por 4 equipos diferentes, antes de llegar a Europa la temporada 2016-17 para competir en las filas del Team Fog Naestved danés, donde firmó 14.5 puntos y 4.5 rebotes por partido.
La temporada 2017-18 se incorporó a las filas del Fyllingen BBK noruego, donde disputó 7 partidos promediando 23.1 puntos y 7.7 rebotes por partido. Esa misma temporada disputó dos partidos con el Raj Zilina eslovaco promediando 11 puntos y 7.5 rebotes por partido.
En 2018 compitió en la liga de la República Dominicana, donde jugó 6 partidos con Titanes del Licey promediando 7.3 puntos y 3.2 rebotes por partido.
Su última etapa fue en Arcos Albacete Basket, en LEB Plata, a donde llegó cuando estaba sin equipo, el pasado enero. Con el conjunto manchego disputó 18 partidos promediando 12.8 puntos y 5.2 rebotes por partido.
Con la llegada de Onwenu, Pedro Rivero suma un interior de un perfil diferente al que hemos tenido esta última temporada. Se trata de un jugador que tiene una clara amenaza desde el perímetro y que nos equilibra un juego interior que tendrá dos puntales dominantes cerca del aro como Mendiola (2.12) y Fall (2.15). La llegada de este cuatro abierto complementa bien también con el juego de Alex Galán, más móvil y que juega muy bien las situaciones de Pick and Roll.
Onwenu firmó el año pasado un 38% en triples (30 aciertos de 79 intentos). Es un jugador que realiza alrededor del 40% de sus tiros desde el perímetro. Es un jugador que corre la pista y que es capaz de finalizar acciones por encima del aro sin problema. Buena capacidad reboteadora en ambas canastas, algo que siempre busca Rivero en sus jugadores. Viendo los vídeos de sus últimos años también da la impresión de que puede actuar en puesto de alero, lo cual daría más opciones y versatilidad al juego del equipo, algo como lo que ofrece Nacho Díaz. En el poste tiene buenos movimientos, pero su estatura le puede limitar ante jugadores mucho más grandes.
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