Historia de los ascensos a ACB (1990-91): Lliria, el sueño ACB de un pueblo de 15000 habitantes

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La temporada 1990-91 nos deja el ascenso del Lliria a la ACB. El equipo de un pueblo que por aquellos años apenas tenía 15000 habitantes y en cuyo pabellón, el mítico Pla de l'Arc, apenas cabía 1800 personas en el momento del ascenso. El club tuvo que comenzar su etapa ACB jugando sus partidos como local en la Fuente de San Luis hasta la adecuación del pabellón a las normas ACB. 

Imágenes de las obras de ampliación del pabellón Pla de l'Arc

Aquella temporada llegaba Andreu Casadevall al banquillo con la temporaada empezada y con el equipo colista en la clasificación. La llegada del técnico supuso un revulsivo inmediato y los edetanos se clasificaron para el Playoff de ascenso. En la primera fase doblegaron al potente Cajamadrid de Brabender y se plantaron en la final ante Prohaci Mallorca.

Llegaban con factor cancha en contra pero consiguieron sacar los dos triunfos en la cancha mallorquina para llegar al tercer partido ante un Pla de l'Arc abarrotado desde más de horas antes del arranque del partido.

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Andreu Casadevall fue el entrenador de aquel equipo

En aquel histórico día estuvo presente Quique Chust, colaborador de Solobasket.com, que recuerda un par anécdotas de aquel día:

Al día siguiente eran las elecciones autonómicas de 1991 y para el Plà de l'Arc que fueron Agramunt, Lerma, Taberner y Villalba. Resulta que los ubicaron en la zona que se ve que el club tenía acotada para tales ocasiones. Sin embargo allí solía ubicarse siempre la mujer de Dave Cooke, el americano del Llíria, y eso había hecho ese día. Todo normal, diez minutos o quince para empezar el partido, ambiente por todo lo alto y para donde está la Sra. Cooke que va la Policía a decirle que debe abandonar la zona para que los políticos sienten sus culos debidamente. El marido que desde la pista se percata de que la Policía rodea a su mujer... Ay. Menos mal que no sé cómo consiguieron explicarle la situación y la mujer se ubicó unos asientos más allá, lo que tranquilizó al jugador y la cosa no fue a mayores. En eso llegaron los políticos, por fin, se sentaron y los anunciaron por megafonía, cosa que no sé si es correcta porque, recuerdo, era plena jornada de reflexión. La afición estuvo unánime, abucheó a todos por igual aunque alguno le decía a Cooke: ¨Dave, sube y mata a...¨

Al finalizar el partido y notar la sensación de que había sido muy fácil (0-2 favorable de renta traída desde Mallorca) al ganar 3-0, el ambiente era muy tranquilo por zona de vestuarios. Incluso se oyó algún comentario procedente del vestuario visitante diciendo algo así como “No nos interesaba ganar. Si ascendemos cambian a casi toda la plantilla pero si nos quedamos en 1B vamos a seguir la mayoría. Estaba claro”. A quién se lo escuché me lo llevaré a la tumba.

En aquel equipo estaba Paco Aurioles, con el que hemos podido hablar y recuerda que en Lliria "a todo el mundo le gustaba la música y el baloncesto" "Recuerdo que siempre había gente viendo los entrenamientos". "El ascenso era impensable y se ganó en un pabellón abarrotado". Las celebraciones "fueron con paellas haciendo paellas en las puertas de sus casas. Nos quedamos casi 15 más después del ascenso porque siempre había algún acto o celebración".

Esta temporada 1990-91 regresaba a la ACB el Claret Las Palmas, tras una temporada de Primera Division B.

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