Después de tres semanas de silencio, el presidente del Lucentum ha explicado hoy en rueda de prensa la situación actual a la que se enfrenta el club y el oscuro futuro que le espera ante la incapacidad de generar y conseguir ingresos suficientes para competir en Adecco Oro.
Tras escuchar sus impresiones me apetece lanzar mi opinión y unas preguntas que me rondan desde hace mucho tiempo.
¿Qué hubiera pasado si no entra el Triple de Rivero?
¿Recordáis aquel momentazo en el tercer partido de la final? Tal vez si no hubiera entrada no habríamos conseguido el ascenso en la cancha. Muchos aficionados se habrán preguntado si no habría sido mejor que no hubiéramos ascendido en la cancha.
Durante esta temporada mucha gente me ha preguntado sobre si el Lucentum podría subir o no y mi respuesta a veces era que lo mejor que le podría pasar al Lucentum era perder el ascenso en el último segundo del quinto partido, ante un rival superior, por un error arbitral y sin ninguna queja de nuestros jugadores.
Lo cierto es que viendo la situación actual me da la sensación de que el camino habría sido el mismo. No hay ningún apoyo, ni para acceder a Liga Endesa ni para subsistir en Adecco Oro.
Al menos nos podemos quedar con un buen recuerdo del último partido en el Centro de Tecnificación, con un pabellón a rebosar y, curiosamente fue un 2 de junio. Caprichos del destino.
¿Tuvo sentido confeccionar un proyecto tan ambicioso esta temporada?
Esta es otra pregunta que muchos se han hecho a lo largo de este año. Tanto en Alicante como fuera. ¿De verdad se albergaba algún tipo de esperanza en lograr el apoyo necesario en caso de ascenso a Liga Endesa?
Lo que ha demostrado la realidad es que no se ha conseguido y por las sensaciones que se han transmitido, tampoco se ha estado cerca de ello.
¿Por qué la buena gestión deportiva no se traduce en apoyos para el Lucentum?
Desde la llegada de Luis Castillo el club ha tenido una trayectoria deportiva casi intachable. Grandes fichajes. Aciertos en las incorporaciones y configuración de grandes grupos humanos en el vestuario. Una primera temporada en ACB para enmarcar. Copa del Rey, Playoff, jugadores mediáticos como Singler o Ivanov en nuestro equipo. De nada sirvió.
En el apartado de marketing también ha crecido el club en estos dos años. Más aciertos que errores. Nuevas iniciativas y más interacción con la afición.
Tras el primer gran varapalo de bajar a Adecco Oro en los despachos se consiguió mantener cierto sentimiento de ilusión en la afición. Se confecciona una plantilla ilusionante y se logra el éxito del ascenso. Tampoco ha servido para sumar ningún apoyo ni público ni privado de cierta relevancia. ¿Qué falla? ¿Cuál es la barrera? ¿Todo es culpa de la crisis? ¿Por qué en 18 ciudades ACB sí que es posible? Muchas preguntas asaltan.
¿Debe el Ayuntamiento asumir en solitario el coste de un Lucentum en EBA y el pago de su deuda?
Todo parece indicar que el equipo competirá en EBA
y subsistirá gracias a la única aportación de la subvención de 500.000
euros del Ayuntamiento de Alicante, 300.000 de los cuales van
destinados, según indicó el propio presidente, a hacer frente a los
pagos comprometidos con Hacienda y Seguridad Social tras el concurso de
acreedores.
Aquí
es donde está uno de los puntos que se hacen difícil de entender. El
Lucentum consiguió salir del concurso acreedores con la finalidad de
conseguir una viabilidad económica a medio-largo plazo para la entidad. Competir en EBA no creo que sea el concepto de viabilidad que uno tiene hoy en día en cuanto a baloncesto se refiere.
Desde
el Ayuntamiento se ha vendido que la supervivencia de la entidad está
por encima de todo. Destinar 300.000 euros al año para pagar deudas
mientras se mantiene un pobre proyecto deportivo en EBA me parece un
derroche por parte del Ayuntamiento. Parecería casi más lógico dejar
disolverse la entidad y que se refunde bajo otro nombre, como hizo CB
Granada, y empezar desde 1ª Nacional o EBA, pero sin tener ese lastre de
deuda. Deportivamente, la diferencia entre estar en EBA y 1ª
Nacional es mínima teniendo en cuenta que el Lucentum viene de Adecco
Oro. El palo es igual de grande.
La
cantera es una de las excusas utilizadas para la supervivencia de la
entidad, pero supongo que se podría migrar al nuevo club, llámese
Lucentum CB por ejemplo, y enterrar definitivamente el CB Lucentum.
La
cuestión está en que esa disolución tendría consecuencias legales,
según se ha leído en algunos medios, sobre los administradores que
gestionaron mal el club, incluso haciendo que pudieran tener que
responder con su patrimonio. La duda es si el Ayuntamiento debe hacer frente con su subvención a esas deudas.
Hace pocos días leíamos que el BF San Blas se planteaba optar a disputar la Liga Femenina 2, para lo cual necesita cubrir un presupuesto de unos 100.000 euros.
Parecería más coherente que el Ayuntamiento apoyara un proyecto así en
lugar de pagar 300.000 euros de deudas de malas gestiones pasadas del
Lucentum.
Desde
el club y desde el Ayuntamiento se han lamentado una y otra vez de que
Diputación y Generalitat han dado la espalda y de que el empresariado no
apoya. La pregunta que todos nos hacemos es ¿cuál es el motivo de eso?
¿Por qué hay tan poco "cariño" hacia el Lucentum?
Otra pregunta para la que no tengo respuesta. La sensación es que el Lucentum es un lastre y una carga para todos, empezando por el Ayuntamiento, que no transmite ilusión por apoyarlo sino más bien da una sensación de resignación y obligación a la hora de subvenciar al club del que es máximo accionista porque tuvo que asumir casi en solitario la última ampliación de capital.
La Diputación y la Generalitat se han borrado, y cuando lo han hecho ha sido además por la puerta de atrás y con un "si te he visto no me acuerdo" y las empresas parece que cierran las puertas cuando alguien les toca para pedir apoyo para el Lucentum.
Así las cosas, esto no tiene futuro. Mientras nadie descubra qué es lo que bloquea esos apoyos esto no tiene ninguna viabilidad. Además, si acabamos en EBA se acabará por dejar muy tocado a lo único que le queda al club, a su afición y a su masa social. Seguro que habrá unos irreductibles que seguirán yendo a la grada a ver al Lucentum pero también será perfectamente comprensible que la gran mayoría pierdan la ilusión en el baloncesto de élite en esta ciudad. Triste final para un Lucentum que tantas alegrías nos ha dado.
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