El HLA Alicante ha tenido en Brad Davison a su gran estrella esta temporada. El impacto del jugador norteamericano ha sido espectacular y su rendimiento en Alicante le ha puesto a la altura de los mejores jugadores que han pasado por la historia del Lucentum.
Davison ha sido un jugador que, además, ha conectado con la afición y al que se le ha visto totalmente integrado en el equipo y en la ciudad. Además, el hecho de que su mujer, Tyra Davison, también acabase jugando en el equipo femenino ha creado todavía una mayor vinculación de ambos con el equipo y afición.
En estos días, los Davison se encuentran en su país llevando a cabo una serie de Campus y esta pasada semana el diario The Cap Times publicó una amplia entrevista a Brad Davison.
A lo largo de la entrevista Brad Davison habla sobre las bases sobre las que creó sus campus y sobre como están trabajando allí con los jóvenes.
En la entrevista también hablaba de su paso por España y Brad apuntaba que "hemos decidido, si Dios quiere, que nos encantaría volver allí (en España) y jugar de nuevo". Davison añadía que "no estoy exactamente seguro de dónde terminaremos todavía. Estamos analizando diferentes oportunidades". En este punto, Davison también relataba el hecho de que él y su mujer Tyra están esperando el nacimiento de su primogénita para el mes de noviembre: "Dependiendo de donde vayamos, decidiremos si nuestra niña nacerá en Estados Unidos... sabemos que nace en noviembre, todo lo demás es un interrogante", finalizaba.
Davison también hablaba en la entrevista sobre el nivel de baloncesto de la LEB Oro y apuntaba que es "un estilo de balonesto duro y valiente que se compararía más con el Big Ten (NCAA) que con la NBA". Añadía que "los partidos se jugaban a 60 y 70 puntos. Allí (en la LEB Oro) nadie anotaba 100 puntos. Me sentí como en casa. Me encantó absolutamente".
El alero destacaba que "los pabellones estaban llenos. Fue intenso y competitivo. Cada juego importaba. Realmente lo disfruté".
Brad Davison relataba también como vivieron él y Tyra el hecho de acabar jugando ambos en el Lucentum. "Jugamos en el mismo pabellón. Entrenamos en el mismo gimnasio y éramos parte del mismo club. Se convirtió en un lugar realmente especial para nosotros".
Añadía que "pudimos acoger a familiares y amigos en casa. Casi cada dos semanas venían de vacaciones para quedarse algunos días con nosotros. Realmente valoramos y disfrutamos nuestro tiempo en Alicante".
La verdad es que es bonito ver como un jugador que llega por primera vez al club y a la ciudad se lleva tan buenas sensaciones de su paso por el Lucentum y por Alicante. Ojalá pudiéramos volver a disfrutar de su juego en Alicante el año que viene. En cualquier caso, le deseamos todo lo mejor en su carrera y en su nueva etapa como padre primerizo.
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